Dixit v39
enero-diciembre 2025
10.22235/d.v39.4526
Artículos de investigación
Memoria histórica digital y cobertura transmediática del 50.o aniversario del Golpe en Chile por RTVE
Digital Historical Memory and Transmedia Coverage of the 50th Anniversary of the Coup in Chile by RTVE
Memória histórica digital e cobertura transmidiática do 50º aniversário do Golpe no Chile pela RTVE
Miguel Alejandro Chamorro Maldonado1 ORCID: 0000-0001-6305-5234
1Universidad de Granada, España, [email protected]
Resumen:
Este estudio analiza la cobertura de RTVE sobre la memoria histórica en el 50.º
aniversario del golpe militar en Chile. Su objetivo es evaluar dos criterios
relacionados con la narrativa mediática y sus subcategorías, mediante un
enfoque mixto y metodologías exploratorias y descriptivas, a través del
análisis de contenido y discursivo de su plataforma digital. Los hallazgos se
centran en tres tipos de medios intertextuales: prensa digital, podcasts y
contenido audiovisual, de los que resalta la importancia de relatos orales y
documentos archivísticos. La investigación muestra cómo RTVE presenta
narrativas transmedia que promueven reflexiones críticas sobre el pasado.
Además, contribuye a la preservación de la memoria histórica y a la
reconstrucción de identidades inclusivas, fomentando la conciencia sobre los
traumas históricos.
Palabras clave: memoria colectiva; conciencia histórica; reflexión crítica; narrativa mediática; medios informativos.
Abstract:
This study examines RTVE’s coverage of historical
memory in the context of the 50th anniversary of the military coup in Chile.
Its objective is to assess two criteria related to media narratives and their
subcategories, using a mixed-methods approach that combines exploratory and
descriptive methodologies through content and discourse analysis of RTVE’s
digital platform. The findings focus on three types of intertextual media:
digital press, podcasts, and audiovisual content, highlighting the significance
of oral testimonies and archival documents. The research demonstrates how RTVE
constructs transmedia narratives that foster critical reflection on the past.
Furthermore, it contributes to the preservation of historical memory and the
reconstruction of inclusive identities, encouraging awareness of historical
traumas.
Keywords: collective memory; historical consciousness; critical reflection; media narrative; news media.
Resumo:
Este estudo analisa a cobertura da RTVE sobre a
memória histórica no 50º aniversário do golpe militar no Chile. Seu objetivo é
avaliar dois critérios relacionados à narrativa midiática e suas subcategorias,
por meio de uma abordagem mista e metodologias exploratórias e descritivas,
através da análise de conteúdo e discursiva de sua plataforma digital. As
descobertas concentram-se em três tipos de meios intertextuais: imprensa
digital, podcasts e conteúdo audiovisual, destacando a importância de relatos
orais e documentos arquivísticos. A pesquisa mostra como a RTVE apresenta
narrativas transmídia, promovendo reflexões críticas sobre o passado. Além
disso, contribui para a preservação da memória histórica e para a reconstrução
de identidades inclusivas, fomentando a conscientização sobre os traumas
históricos.
Palavras-chave: memória coletiva; consciência histórica; reflexão crítica; narrativa midiática; mídia informativa.
Recibido: 15/03/2025
Revisado: 17/05/2025
Aceptado: 11/06/2025
Introducción
El estudio de la memoria histórica en el contexto de la comunicación y las ciencias sociales revela una intersección fructífera en elementos que requieren una exploración crítica. A medida que la tecnología avanza y las narrativas adoptan formas distintas a las del siglo XX, es complejo definir la memoria histórica sin omitir verdad y reparación.
Existen diversas posiciones en torno al concepto de memoria histórica, algunas de las cuales se manifiestan de manera casi ortodoxa y excesivamente académica. La noción no excluye el debate científico, el cual no entraremos a cuestionar porque no es el objetivo del presente estudio. Pero es importante exponer que, en ciencias sociales, la memoria histórica se refiere al conjunto de relatos, interpretaciones y recuerdos colectivos que una sociedad mantiene sobre eventos pasados por las comunidades, promoviendo la comprensión, el reconocimiento y la justicia. Conocer la memoria y la mediación de los medios, considerando el avance tecnológico en el tiempo, resulta esencial en términos de información y representación de la verdad.
La memoria histórica se conecta con la modernidad de acuerdo a lo planteado por Huyssen (2011), cuyo interés se extiende como objeto cultural en el entorno de la globalización. Pero este no es el único concepto dentro del campo de las ciencias sociales que presenta constantes transformaciones producto de la mediación.
González (2013, p. 88) explica que la memoria histórica debe ser comprendida como un proceso en el que los conflictos y los intereses actuales influyen y moldean cómo se interpreta y se recuerda el pasado. Es decir, la memoria histórica es una construcción social y política que no necesariamente refleja la realidad objetiva de los eventos pasados, sino que está condicionada por las perspectivas, intereses y necesidades del presente. En este último punto, los medios de comunicación juegan un rol fundamental, más aún los medios digitales que han transformado el quehacer de la narrativa y la técnica reflejada en narrativas del pasado.
Así, Ganga (2008) expone que “cuando se habla de memoria histórica se hace referencia a una construcción más o menos consensuada a partir de las memorias personales y de las que han propiciado los distintos poderes e instituciones de la sociedad, incluyendo a los medios de comunicación” (p. 63).
A nivel de pertenencia dentro del escenario social y cultural en los grupos sociales, Marañón (2011) propone que el concepto se entienda como un recuerdo colectivo que se evoca a partir de valores simbólicos en acciones colectivas que hace revivir un pueblo sobre su pasado.
Si se considera el funcionamiento en el contexto de la industria de la comunicación, esta se distingue por una particularidad que condiciona su operatividad, ya que el contenido en sí resulta fundamental para alcanzar a las audiencias.
Anania (2010) reconoce que los medios de comunicación en general, funcionan de acuerdo a la evolución que va desarrollando la sociedad en el contexto de cada época. Así, los medios son agentes de la historia, pero al mismo tiempo redactores de la realidad —incluyendo el pasado— que confluyen en distintos discursos para interpretar el contexto de un pasado que contribuye a la memoria histórica.
De acuerdo con los planteamientos de los autores señalados, el concepto preserva y promueve el reconocimiento de hechos relevantes, especialmente aquellos relacionados con períodos de conflicto en el que se busca la reparación y la verdad.
Sin embargo, el concepto en la actualidad presenta modificaciones donde además de preservar el pasado, la transformación de la narrativa tiene transformaciones singulares, debido a la transmedialidad que, en palabras de Aparici y Osuna (2015), la comunicación transmedia es el resultado del fin de la época de los medios tradicionales.
En consecuencia, la descentralización y democratización de las narrativas de la memoria transmedia, al estar insertas en el modelo de transmedialidad, implican que todos los géneros de comunicación participan en una práctica que aborda el diseño de manera global y conjunta. En este enfoque, el relato se construye a través de diferentes medios, lo que genera una convergencia mediática cultural. Las plataformas digitales aportan potencialidades, lenguajes específicos y relatos que se complementan entre sí, enriqueciendo así la experiencia narrativa (Aparici & Osuna, 2015; Jenkins, 2008).
Actualmente, la memoria histórica está integrada en el ecosistema digital, conformando nuevas ecologías de la memoria que, como señala Hoskins (2011), sirven como base para comprender los estudios contemporáneos en este campo. Estas ecologías han sido enriquecidas por las transformaciones derivadas de la revisión de Hirsch (2012) sobre la posmemoria. Asimismo, las reflexiones de Quílez y Rueda (2017) abordan las nuevas formas en que el pasado se invoca y se representa en los estudios culturales. Además, la concepción de la memoria ha evolucionado: ya no se entiende como un corpus total u oficial, sino que se fragmenta en microhistorias que circulan en el ámbito mediático digital, tal como explica Baer (2005).
Según Quílez y Rueda (2017), en el paradigma tradicional, la historia y su memoria no se analizan desde una perspectiva universal, sino que se desarrollan revisiones desde las comunidades y los testimonios de microhistorias.
Sin intención de polemizar sobre definiciones ya establecidas en el campo de la memoria histórica y los debates en torno a las ciencias sociales, es crucial reconocer que las ideas conceptuales no pueden ser rígidas. Estas deben adaptarse a las transformaciones del entorno y en el ámbito de la comunicación, donde es posible hablar de memoria histórica transmedializada, partir de circunstancias situacionales.
Reading (2012) argumenta que la relación entre comunicación y memoria ha experimentado cambios significativos en la última década. Esta observación invita a reflexionar sobre los relatos en el nuevo contexto dialéctico que ofrece la tecnología, en relación con la inmediatez y la producción narrativa digital transformadora de modos lingüísticos en historias, símbolos culturales y las características ramificadas de posibilidades para interpretar la memoria del pasado (Abbott, 2007; Amaya Trujillo & García Hernández, 2017).
Palabras como verdad, justicia y reparaciones, asociadas a memorias históricas no hegemónicas, han sido trabajadas por colectivos y agrupaciones (Jelin, 2002; Messuti, 2019) ajenas a las instituciones oficiales, que han organizado sus relatos de memoria a través de vivencias, emociones y perspectivas personales. En este sentido, es esencial reflexionar sobre cómo las transformaciones tecnológicas afectan la forma de narrar historias relacionadas con la memoria. Estas evoluciones permiten reinterpretar el concepto de memoria histórica de maneras más flexibles y dinámicas en el contexto transmediático.
Si O’Donoghue (2019) sostiene que “la posmemoria como proceso artístico debe entenderse como el producto de una voluntad activista y no como el resultado de una herida psicológica cuyas secuelas se siguen experimentando en generaciones posteriores” (p. 9), se evidencia que las herramientas de activismo y reflexión se entrelazan al dar vida a nuevos relatos. Estas narraciones no solo destacan la importancia que los creadores asignan a su memoria, sino que también incorporan elementos de creatividad, performatividad y artisticidad, generando contenidos comunicativos que no deberían complicar el debate en las ciencias sociales sobre la ficción y la no ficción que representa la memoria en búsqueda de la verdad. Según Vilches (2001), la verdad absoluta no existe, y las reestructuraciones de los relatos deben ser comprendidas como actos de verosimilitud.
Desde una perspectiva conceptual, la relación entre la tecnología digital y la memoria del pasado debe ser entendida como una transformación en la forma en que se accede y se comparte la memoria histórica.
Esta afirmación se sustenta en dos aspectos fundamentales que se manifiestan en los entornos virtuales de memoria. En primer lugar, la expansión exponencial y caótica de estos espacios, que refleja la multiplicidad de voces y perspectivas, así como la dificultad de delimitar qué contenidos son considerados memoria colectiva. Esta proliferación puede generar tanto una riqueza de testimonios como desafíos en la organización y validación de la información. En segundo lugar, su carácter social y digital, que se desarrolla en plataformas digitales y redes telemáticas, permite la interacción en tiempo real, la colaboración y la creación de comunidades de memoria que trascienden las barreras geográficas y culturales (Echeverría, 2009; Melo Flórez, 2011).
Estos espacios, en los que la memoria se digitaliza y se comparte en entornos virtuales, conforman una cultura digital que se convierte en parte integral del patrimonio contemporáneo, ya que no solo preservan hechos históricos, sino que también fomentan la participación activa de los ciudadanos en la construcción y reinterpretación de su historia común. Además, esta digitalización de la memoria favorece la democratización del acceso a la historia, lo que permite que voces anteriormente silenciadas tengan un espacio para ser escuchadas y recordadas; esto es fundamental en procesos de reparación social y reconocimiento colectivo.
En cuanto a las transformaciones narrativas en una sociedad tecnocultural, la hibridez de la memoria histórica, independientemente de su eje creativo, racional o subjetivo, se basa en las narrativas transmediáticas y la mediación cultural de la comunicación (van House & Churchill, 2008).
Además, los medios de comunicación —entendidos dentro del contexto de la industria cultural como sistemas digitales que ofrecen contenidos fragmentados según la lógica de su programación algorítmica— no solo actúan como vehículos de información, sino que desempeñan un papel crucial en la construcción de la memoria cultural dentro del escenario en los sistemas digitales de la red (Dusi et al., 2017; Harvey, 2015; Ortega, 2013; Reading, 2011).
Como señalan Gassmann (2009) y Erll (2012), estos medios crean versiones del pasado que influyen en la percepción colectiva, lo que resalta su poder y responsabilidad en las tres R que se mueven digitalmente en las narrativas: reconstruir, resignificar y recontar la memoria.
De este modo, la tensión entre la verdad y la realidad de la memoria se manifiesta en fricciones conceptuales dentro de las disciplinas de las ciencias sociales, que en ocasiones no admiten la dinámica adaptativa que la memoria ha asumido en el activismo de la creación y rememoración. Según explica Baer, “la realidad es ahora múltiple, fragmentada y siempre fruto de procesos en que median la cultura, el lenguaje, los acuerdos intersubjetivos y la posición o perspectiva del individuo (…) la memoria no desaparece, sino que se transforma y, fundamentalmente, se fragmenta” (2005, pp. XVIII-XIX).
En el paradigma actual, las narrativas son flexibles, abiertas con múltiples interpretaciones, se reconoce que la memoria es un proceso en constante evolución. Esto puede representar tanto una fortaleza como una debilidad, dado que la flexibilidad puede enriquecer las narrativas, pero también puede provocar confusiones respecto a la verdad histórica (Basaraba & Cauvin, 2023).
La presente comunicación aborda el análisis del tratamiento informativo de las nuevas memorias en Chile, particularmente en el marco de la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado de 1973, a través de la plataforma digital de RTVE en sus canales de radio, televisión y prensa digital en las fechas previas y durante la conmemoración.
El medio trabaja a nivel de información periodística la historia y la relevancia del acontecimiento, utilizando imágenes y entrevistas de archivo, yuxtaponiendo narrativas actualizadas mediante tecnologías modernas que dan vida a nuevas situaciones en el contexto de una conmemoración mediática a nivel nacional e internacional.
El estudio analiza la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado en Chile en 2023, enfocándose en cómo las plataformas digitales y narrativas transmediales contribuyen a la memoria histórica. Se observa que los contenidos digitales, presentados en formatos como prensa, podcasts y audiovisuales, abordan una memoria dinámica, fragmentada y emocional, empleando distintas modalidades (monumental, historizante, antagonista y reflexiva) mediante archivos, testimonios y recursos multimedia. La tecnología digital permite reinterpretar y resignificar el pasado, promoviendo una memoria plural, inclusiva y crítica. Desde un enfoque interdisciplinario, el análisis destaca que estas narrativas no solo preservan la historia, sino que también facilitan nuevas formas de entender y dialogar con ella, enriqueciendo la memoria traumática de Chile en la era digital.
En esta línea, las narrativas transmedias se formulan las siguientes preguntas de estudio: ¿cómo se configuran y representan los modos de memoria comunicativa en los contenidos digitales?, ¿de qué manera las narrativas transmediales, a través de la plataforma digital de RTVE, contribuyen a la resignificación y difusión de la memoria histórica?, ¿qué funciones cumplen los archivos, testimonios, podcasts y narrativas audiovisuales en la conmemoración de una memoria transmedial?
El aporte original de este estudio radica en su enfoque transmediático que explora cómo los diferentes formatos y narrativas reutilizados y diseñados por RTVE no solo se abocan a informar, sino que también resignifican y reinterpretan variadas historias de un pasado complejo para Chile, contribuyendo a la reconstrucción de una memoria cultural, social, personal e inclusiva.
Al realizar un análisis de contenido con metodologías cuantitativas y cualitativas, se busca identificar los insumos informativos y las memorias comunicativas que emergen en la cobertura mediática de esta conmemoración tratada por el canal público español. La importancia radica en entender las dinámicas existentes entre memoria, comunicación y sociedad en línea. A medida que las tecnologías digitales transforman los modos de acceso y difusión, el estudio no solo enfatiza cómo los medios de comunicación —a través de su mediación digital— configuran la memoria cultural, sino que también propicia reflexiones críticas acerca de las implicaciones éticas y sociales involucradas. Asimismo, favorece una aproximación humanizadora en la narrativa de memorias subjetivas, reconociendo la estrecha relación entre estas y las tecnologías digitales.
Mediación tecnológica de la memoria transmedia
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2015), la herencia del pasado es un bien cultural que debe ser preservado y transmitido. Esta divulgación incluye variedades de objetos documentales. Gracias a la exhaustiva digitalización, hoy se reconocen diversos formatos, tales como textos, bases de datos, imágenes fijas y en movimiento, grabaciones sonoras, programas informáticos y páginas web, en un contexto de creciente diversidad de proyectos cuyas narrativas —es decir, relatos a nivel de información, documental, testimonial, datos, infografías, colores y animaciones— son transmediales.
En la historia de Internet y la evolución de los sitios web, el término plataforma se utiliza frecuentemente porque posee un carácter multimedia y presenta nuevas características estructurales y procesos comunicativos que integran la dialéctica del diseño (W3C, 2019).
Anania sostiene que los medios de comunicación, en general, funcionan de acuerdo con la evolución que desarrolla la sociedad en cada época, lo que permite moldear a quienes integran una colectividad. Asimismo, la investigadora expone algunas pistas para el desarrollo de estudios entre las variables realidad y categorías asociadas a la mentalidad de una época.
Los medios se constituyen como una documentación de la realidad en al menos dos niveles: reflejan esta realidad, en el sentido de que la registran y la convierten en analizable, y, dado que la representan, la filtran a través de una serie de categorías mentales que se vinculan directamente con la mentalidad de una época (Anania, 2010, p. 18).
No obstante, considerando que existe un tronco narrativo en cualquiera de las memorias visibles en el mundo, las reconstrucciones de representaciones, la información periodística de la memoria, junto a las modalidades de la tecnología, presentan componentes transmediales. La referencia a objetos textuales que, de acuerdo a Arnau, “se sitúan más allá del relato fundacional (el origen del discurso) y complementan el sentido del discurso en un espacio (hiper) textual extendido” (2017, p. 211).
Sumado a esto, siguiendo lo que reflexionan Renó y Flores (2018) en el campo del lenguaje periodístico, este se adapta a cada medio utilizado en el ámbito comunicacional, reconociendo las oportunidades de la movilidad interactiva en las estructuras comunicativas. Estas se enriquecen mediante narrativas que emplean enlaces e hipertextos. Además, en el contexto de las transformaciones que experimenta el periodismo contemporáneo, el lenguaje se presenta a través de diversos canales multimediáticos, donde la información se integra en el conjunto y diseño tecnológico de narrativas.
Según Eiroa, “estas narrativas digitales tienen la potencialidad de resignificar el material difundido a situar personajes populares en un escenario de mayor protagonismo que el que han recibido por parte del discurso histórico oficial” (2018, p. 13). Los usuarios son parte de una sociedad tecnocultural compuesta por diversas colectividades que participan y visualizan microhistorias, que dan forma a reconstrucciones del pasado en nuevas memorias transmediales.
El término transmedia constituye un cambio paradigmático en las formas de comunicar una historia, la cual se narra a través de múltiples plataformas y formatos convergentes, lo que desplaza la centralidad de un medio específico. La digitalización de las narrativas, facilitada por internet, amplía los contenidos en la interacción y participación del público en la construcción de historias, y genera una experiencia inmersiva. Este proceso se sustenta en convergencias empresariales, tecnológicas y comunicativas que socializan un proyecto, abriendo espacios para que los contenidos puedan ser consumidos mediante diversas pantallas tecnológicas (Aparici & Osuna, 2015; Jenkins, 2008; Obando, 2017; Scolari, 2013).
En este contexto, la definición de narrativa de memoria histórica transmedia propuesta se fundamenta en que se despliega en múltiples plataformas que aportan perspectivas distintas y enriquecen su comprensión global para fomentar la exploración de la memoria desde diferentes ángulos. Además, promueve la descentralización y democratización de la información al ampliar la voz de diversos actores sociales, especialmente comunidades, víctimas y activistas, y facilitar así una visión plural de la historia. La naturaleza dinámica y temporal de estas narrativas reflejan su evolución constante mediante nuevas aportaciones y testimonios. También garantizan la accesibilidad y difusión global, al permitir la interacción en cualquier momento y lugar, y promover los diálogos interculturales. De esta forma, la importancia de la resignificación de la memoria mediante la colaboración y el intercambio de experiencias fortalece la memoria compartida y de conocimiento en los procesos de historias y reparación que fomenten los espacios de diálogo y conciencia social del pasado.
Reading es una de las principales teóricas que sostiene que la clave para hablar de memorias transmediáticas no es focalizarse en los tipos de narrativas y mundos imaginarios, sino en tener conciencia de que vivimos tiempos de ecologías de medios digitales y memorias globalizadas. Por eso, la autora habla sobre “memory studies that has become more significant in the past decade which understands memory to be multileveled, porous, and mobile with mediated memories, especially, traveling across borders and circulating beyond nation-states to be reconfigured in various different ways” (Reading, 2011, p. 243).[1]
El papel de los medios de comunicación y su evolución tecnológica en relación con la memoria radica en la construcción de discursos; no solo busca comprender el contenido del mensaje, sino que también la tecnología crea montajes lingüísticos a partir de una variedad de productos. Como señala Gassmann (2009), “los medios de comunicación no son meras tecnologías que facilitan la circulación ampliada de mensajes, sino auténticas instituciones que requieren determinadas condiciones sociohistóricas para operar. Concretamente, necesitan la existencia del llamado espacio público para desarrollar sus funciones” (p. 1).
Erll (2012) destaca que “los medios no son portadores neutrales de información pasada relevante para la memoria; ellos crean, una y otra vez, lo que parecen codificar: versiones de la realidad y del pasado, así como los valores y normas” (p. 170). Uno de los aspectos interesantes en términos de cualquier contenido que forma parte de narrativas de la memoria transmedia es su base esencial en el tiempo y espacio de su interacción. Así lo demuestra Erll en el concepto de memoria comunicativa, aplicable para las memorias “tecnológicamente mediadas” (Vázquez-Liñán, 2023, p. 11).
La memoria comunicativa surge de la interacción cotidiana: su contenido son las experiencias históricas contemporáneas y, por ello, siempre se refiere solo a un horizonte temporal limitado que se mueve constantemente y que es de aproximadamente ochenta a cien años. Los contenidos de la memoria comunicativa cambian y no se les otorga ningún sentido fijo (Erll, 2012, p. 37).
Aunque estamos en tiempos fragmentados en la sociedad digital, según Eiroa (2018), “existe una ingente producción cultural y digital (…) obteniendo mensajes poliédricos y multiformes abiertos a la interpretación” (p. 134). Por esta razón, el análisis de este estudio adopta la propuesta de Erll en el contexto de los procesos literarios de representación asociados a la experiencia retórica en la información multimedia de RTVE. Incluye creaciones paratextuales, intertextuales, sistemas intermediales y estructuras narrativas dentro de los modelos de géneros utilizados en la gestión de la memoria.
En consecuencia, las razones de medición en el modelo agonístico que plantea Díaz (2023) de la memoria es pertinente en el escenario cultural y público. “El agonismo señala la falta de eficacia en las políticas de memoria que se basan en otras modalidades de memoria” (Díaz, p.42). Este modelo plantea cambios de perspectivas porque despolitiza el pasado al entender que la memoria es un medio de socialización para el conocimiento, donde el proceso resulta esencial para el establecimiento relacional de un relato del nosotros/ellos en cuanto al conflicto del pasado.
En la misma línea, Bull y Hansen (2016) presentan rasgos distintivos de la modalidad agonista que, según la distribución de las narrativas transmedias de la memoria en tiempos contemporáneos de la tecnología digital, destaca que:
Recognize the important role played by emotions and promote empathy with the victims as a first step towards remembering the past in ways that facilitate and promote critical understanding and also acknowledge civic and political passions (…) reconstruct the historical context, socio-political struggles and individual/collective narratives which led to mass crimes being committed (p. 399).[2]
Por consiguiente, este artículo emplea un análisis de “la multiplicidad de procesos literarios de representación” (Erll, 2012, p. 233) que se adaptan a la narratividad de los contenidos televisivos e informativos en la escenificación de las memorias vinculadas a la experiencia que adopta la memoria comunicativa y sus insumos comunicativos.
Circunstancia de la conmemoración
La conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile fue clave para honrar a las víctimas y reflexionar sobre su impacto en la historia y sociedad chilena. Bajo el gobierno de Gabriel Boric, se promovieron políticas de memoria que buscan verdad y justicia, como el Plan Nacional de Búsqueda para localizar víctimas desaparecidas (Gobierno de Chile, 2023; Prensa Presidencia, 2023). En tanto RTVE, medio público internacional, abrió un diálogo sobre este evento, ofreciendo perspectivas diversas mediante archivos, coberturas y programas en vivo, que fomentaban la reflexión y el entendimiento tanto a nivel nacional como internacional.
Metodología
La presente investigación se estructura a partir de un diseño metodológico de enfoque mixto, combinando métodos cuantitativos y cualitativos. Se trata de un estudio exploratorio y descriptivo que analiza la agenda informativa de la televisión extranjera en relación con la conmemoración de la memoria histórica en el contexto de los 50 años del golpe militar en Chile, ocurrido el 11 de septiembre de 1973, y su acto institucional de evocación, llevado a cabo el 11 de septiembre de 2023.
El instrumento principal para la recolección de información es el análisis de contenido, aplicado a la plataforma web <https://www.rtve.es> y a los enlaces que contienen temáticas relacionadas con la memoria de Chile. Se seleccionaron todos los informativos divulgados durante el mes de septiembre de 2023, considerando sus diferentes formatos y géneros. Para ello, se sigue la propuesta metodológica de Vilches (2011) para el análisis de informativos televisivos, que permite identificar los elementos como la naturaleza del informativo, los actores involucrados y el tratamiento de las fuentes.
En este estudio, se seleccionaron 38 contenidos informativos provenientes de la parrilla programática del canal, distribuidos en las categorías de prensa digital, podcast y audiovisual, incluyendo géneros como reportajes, entrevistas, documentales y programas de televisión.
El procedimiento de análisis se centró en las narrativas que historizan aspectos relevantes para la memoria, distinguiendo entre la memoria no oficial y la historia oficial, en función de las coberturas públicas del canal. La recopilación de datos se realizó en agosto y septiembre de 2023 e incluyó contenidos específicos como el programa “Especial 50 años del golpe de Pinochet”. La clasificación de las narrativas, entendidas como huellas del pasado, se realizó según los modos del recuerdo propuestos por Erll (2012): monumental, historizante, antagonista y reflexivo. Este enfoque cualitativo permitió identificar las distintas formas en que se construyen y representan las memorias en los contenidos analizados.
Para comprender las narrativas diseñadas a partir de los insumos informativos aplicados por el medio digital en congruencia y los modos del recuerdo conducentes a la memoria, en las Tablas 1 y 2 se define la terminología de los atributos analizados.
Tabla 1: Cualidades de interpretación significativa en categorías y subcategorías

Nota: Elaborada a partir de la observación de los datos de RTVE.
Tabla 2: Interpretaciones cualitativas

Nota: Guía de reconstrucción memoria histórica y retórica de la memoria (Erll, 2012).
Resultados y discusión
La Figura 1 muestra la distribución de contenidos en el período de estudio, indicando que, aunque el diseño transmedia abarca diversos géneros y formatos de RTVE, en las narrativas de cobertura de memoria predominan las producciones audiovisuales y podcasts.
Figura 1: Distribución de la cobertura de la conmemoración de la memoria en la plataforma de
RTVE

Este análisis se realiza en función de tres canales a través de los cuales se articula la narrativa, específicamente en su divulgación en línea, considerando los contenidos distribuidos en prensa digital, audio podcasts y audiovisual (reportajes, entrevistas, documentales y programas de televisión). Después de la observación en la plataforma digital de RTVE en los períodos de cobertura de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, en las Tablas 3, 4 y 5 se resume la información obtenida.
Tabla 3: Tratamiento de la información en conmemoración de la memoria de Chile en la prensa digital

Tabla 4: Tratamiento de la información en conmemoración de la memoria de Chile en podcast

Tabla 5: Tratamiento de la información en conmemoración de la memoria de Chile en audiovisual

Prensa digital
En la prensa digital (Figura 2), los insumos informativos en relatos de memoria muestran que el 16 % corresponden a narrativas conmemorativas, mientras que el 3 % abordan la cultura participativa y las historias de vida. Los relatos orales y los monumentos representan cada uno el 5 %, reflejando una igualdad en su contribución, relacionada con declaraciones personales y celebraciones memoriales. Además, los documentos, principalmente fotografías de archivo, constituyen el 11 %, lo que destaca su papel en la preservación y la narrativa transmedial del recuerdo. La mayor incidencia proviene de los insumos informativos relacionados con las conmemoraciones (16 %), lo que indica que la plataforma, a través de sus contenidos en prensa digital, busca destacar la cantidad de conmemoraciones en actividades y sentimientos en su proceso de mediación.
Figura 2: Insumo informativo: fuentes para la construcción del relato de la memoria

Siguiendo la misma dinámica, la Figura 3 revela que el modo antagonista se presenta con una frecuencia del 8 %, en el tratamiento de la información relacionado con la memoria. Esto indica que su narrativa utiliza, en gran medida, referencias de fuentes que corresponden a la imagen de otros, y combina un contraste entre apoyo y crítica hacia el pasado. Por otro lado, se observa que solo el 3 % de la memoria comunicativa en la prensa digital se manifiesta de manera reflexiva, historizante y monumental, lo que sugiere que podría existir una política informativa que, a partir de los 50 años, enfatiza el “nosotros” como consecuencia de los eventos sucedidos. En tanto, el modo experiencia no es determinante en los contenidos de la prensa digital, representando con 0 %.
Figura 3: Niveles de memoria en el tratamiento de la prensa digital

Podcasts
La relevancia de la categoría y sus subcategorías, reflejadas en la Figura 4, radica en su capacidad de conectar el presente con el pasado. Espacios como el programa especial de Víctor Jara, la historia de Marcos Uribe y la entrevista a Isabel Allende (hija de Salvador Allende) se narran a través de documentos que funcionan como memoria histórica. Esta fracción representa el 8 % del total. Las subcategorías de relatos orales (32 %) e historias de vida (26 %) son más influyentes en la narrativa, ya que sus protagonistas son actores sociales que comparten sus experiencias. De los 13 contenidos en podcasts, 7 se centran en Marcos Uribe, único sobreviviente de la Caravana de la Muerte, con grabaciones originales de 1998 que se integraron en el podcast. Esta adaptación transmedia permite explorar otras historias significativas. Además, el estudio revela que las conmemoraciones representan un 13 %, lo que evidencia el enfoque periodístico en la producción de contenidos relevantes para la agenda pública. La cultura participativa y los monumentos, como insumo para el diseño de podcast, no tiene incidencia (0 %).
Figura 4: Insumo informativo: fuentes para la construcción del relato de la memoria

La Figura 5 ilustra las subcategorías de la memoria comunicativa en podcasts, destacando el modo reflexivo (34 %), seguido por el historizante (24 %), antagonista (18 %) y monumental (5 %), con presencia del personaje público del cantante Víctor Jara. Estas tendencias reflejan una preocupación por aspectos sociales y éticos, empleando narrativas que involucran a la comunidad, el lenguaje especializado y las sensaciones temporales. La diversidad de enfoques enriquece la comprensión de la memoria y su relación con fenómenos sociales contemporáneos en el contexto democrático. En tanto, respecto del modo experiencia —que alcanza un 16 %— se puede interpretar que la resonancia en los podcasts establece, por medio de su narrativa, una preservación cultural —aunque sea dolorosa— que establece un aprendizaje y prevención frente a las injusticias y reconoce la resignificación del sentido crítico en la articulación de memorias que intenta dialogar y hacer comprender a las nuevas generaciones de las comunidades.
Figura 5: Niveles de memoria en el tratamiento del podcast

Audiovisual
Según los datos (Figura 6), la subcategoría más relevante son los relatos orales, que representan el 42 %. Estos relatos provienen principalmente de entrevistas en profundidad y declaraciones que es importante para la historia narrada a través de imágenes, mientras que RTVE demuestra interés por desarrollar estas historias al reutilizar las declaraciones de los actores sociales que generan nuevos contenidos en el contexto de la conmemoración.
Este fenómeno puede interpretarse de la siguiente manera: los relatos orales reflejan situaciones del pasado, asociadas a los actores sociales de la época del golpe militar, así como testimonios del presente. Este último aspecto se relaciona con la segunda subcategoría, que abarca los insumos informativos para el tratamiento de la memoria: los documentos —que constituyen el 32 %—. Ambas subcategorías comparten la función de reforzar la necesidad de conocer la verdad sobre los eventos ocurridos durante el golpe militar en Chile, combinando relatos del pasado con documentos de archivo.
Por otro lado, los monumentos representan un 11 %, lo que indica que, dentro de las conmemoraciones, existen narrativas que conectan con una romería al Cementerio General de Santiago, donde se encuentra un memorial de los detenidos desaparecidos de Chile, así como la estatua de Salvador Allende, situada en las afueras del Palacio de La Moneda.
Las historias de vida y las conmemoraciones representan un menor porcentaje, aproximadamente el 8 %, dentro de los insumos utilizados para construir una narrativa de la memoria. En este sentido, estas categorías se reutilizan y yuxtaponen en las redes sociales, lo que permite organizar la agenda mediática en torno a las conmemoraciones.
Figura 6: Insumo informativo de la memoria en la producción audiovisual

En el análisis de la memoria comunicativa, tal como ilustra la Figura 7, se observa que en los contenidos audiovisuales el tratamiento de la memoria en su modalidad reflexiva alcanza un notable 29 %, lo que sugiere una predominancia en los procesos textuales orientados a la representación informativa. La elevada proporción de la memoria reflexiva indica que este tipo de tratamiento propicia una tematización intensiva, interrelacionando la memoria con lo colectivo y evocando así recuerdos, emociones, valores y principios, elementos que son fundamentales en la indagación crítica de la memoria. Es pertinente señalar la función de los narradores, en particular de los periodistas, quienes desempeñan un papel crucial al transformar el discurso en un referente de la memoria colectiva mediante el uso de metáforas. Asimismo, la subcategoría monumental (16 %) destaca en el ámbito audiovisual, donde se manifiestan alegorías simbólicas que establecen una conexión significativa entre el recuerdo y el pasado.
Este hallazgo resalta la importancia de la representación audiovisual en la construcción de la memoria colectiva y su capacidad para articular experiencias compartidas. El 13 % correspondiente a modo historizante, se interpreta como lo representado de un pasado en la narración de una historiografía del pasado que tiene como meta concientizar por medio del testimonio y las imágenes. En tanto, los modos de memoria antagonista y de la experiencia —con un 11 % respectivamente— significan que ambos atributos son construcciones de mundos de sentidos en que el dolor y el recuerdo se escenifican en la narrativa.
Figura 7: Niveles de memoria en el tratamiento del modo audiovisual

Dentro de la discusión cabe señalar que el análisis del 50 aniversario del golpe militar en Chile —promovido por el Gobierno chileno cubierto por medios nacionales e internacionales— revela la complejidad y diversidad en la construcción de la memoria histórica a través de narrativas mediáticas transmediales. En particular, la cobertura de las plataformas de RTVE ejemplifica cómo las estrategias de comunicación digital y audiovisual pueden potenciar una memoria aumentada, emocional y reflexiva, enmarcada en enfoques informativos no ficcionales, pero con ritmos melodramáticos para conmover y movilizar emociones en el público. La construcción de estos universos transmediales generan una toma de conciencia de la memoria a través de nuevas formas para conocer el pasado de Chile en el contexto de la conmemoración del golpe de Estado.
Igualmente, se establece una relación entre los planteamientos teóricos sobre la mediación tecnológica en la memoria transmedia y los hallazgos empíricos derivados del análisis. Desde la perspectiva teórica, las narrativas transmediales —sustentadas en plataformas digitales y recursos multimedia— facilitan la construcción de memorias plurales, participativas, emocionales y dinámicas. Estas promueven experiencias inmersivas a través de una memoria escenográfica y colaborativa que favorecen la descentralización y democratización de la información, permitiendo la reinterpretación del pasado desde múltiples perspectivas.
Los resultados empíricos muestran cómo estos principios se materializan en la práctica. La cobertura del evento se caracteriza por una predominancia de contenidos audiovisuales, podcasts y prensa digital, con una presencia significativa de relatos orales, testimonios y documentos de archivo. Esto evidencia que la narrativa de memoria histórica transmedia se compone de insumos tecnológicos y funcionalidades que facilitan la comprensión y construcción de la memoria comunicativa. Además, RTVE enfoca su discurso hacia una perspectiva reflexiva y emocional para conectar con la audiencia a nivel sensorial y ético, promoviendo la empatía y la reflexión crítica sobre los hechos ocurridos en Chile.
Asimismo, se observa que los contenidos mediáticos no solo reproducen discursos oficiales o hegemónicos, sino que también ofrecen espacios para voces diversas, testimonios y perspectivas múltiples, que contribuyen en la construcción de una memoria inclusiva y plural. Este análisis evidencia el papel de las plataformas digitales y los recursos multimedia en la diversificación de las narrativas memoriales, en consonancia con los postulados teóricos sobre la mediación tecnológica en la memoria transmedia.
Desde el punto de vista formal, los contenidos producidos por RTVE adoptaron un enfoque transmedia que integró textos, imágenes y sonidos, lo que generó una experiencia narrativa multisensorial. La utilización de material de archivo fue fundamental para reconfigurar metáforas colectivas y culturales para facilitar la creación de un mundo narrativo coherente que conecta pasado y presente, en sintonía con la memoria de la dictadura militar en Chile.
La predominancia del formato audiovisual emergió como el eje principal en la construcción de estas narrativas, seguido por el podcast y las publicaciones en prensa digital. Esto evidencia la importancia de las imágenes y sonidos en la generación de impacto emocional vinculado a la transmisión de conocimiento sobre los hechos históricos.
En particular, RTVE empleó tecnologías digitales para fusionar elementos audiovisuales y fotográficos, así logró preservar la esencia emotiva y espectacular de las narrativas mientras adaptaba los contenidos a las lógicas de la plataforma digital. La resignificación de imágenes y sonidos se convirtió en un motor de relatos que persuade, sensibiliza y favorece una reflexión crítica sobre el pasado. La priorización de contenidos relacionados con conmemoraciones y archivos en la prensa digital situó la memoria en línea con la agenda pública y las políticas del gobierno, y reforzó la función de los medios como actores en la construcción y mantenimiento de la memoria.
Este estudio evidencia que las narrativas de RTVE combinan diferentes recursos para enriquecer la memoria comunicativa y promover un análisis crítico del pasado, fomentando el diálogo social y la reflexión sobre las heridas abiertas por la dictadura. La capacidad del medio para ofrecer una percepción profunda y multifacética del evento demuestra la influencia del tratamiento mediático en la reconfiguración de la memoria colectiva y en la formación de discursos históricos.
A nivel global, la utilización de formatos transmediáticos en la reconstrucción de la memoria tiene implicaciones relevantes en la sociedad digital. La experiencia de RTVE revela que, en un mundo interconectado, la convergencia de tecnologías y contenidos puede facilitar tanto la preservación como la crítica de la memoria histórica, promoviendo un contexto donde la memoria no solo se conmemora, sino que también se cuestiona y reinterpreta desde diversas perspectivas por su diseño transmediático.
Desde las ciencias sociales, en particular desde la comunicación, estos hallazgos subrayan la importancia de entender cómo los medios digitales y transmedia contribuyen a la reconstrucción y transformación de la memoria. La cobertura del 50 aniversario del golpe de Estado en Chile ejemplifica cómo los medios pueden jugar un papel dual: por un lado, mantener viva la historia y, por otro, promover una reflexión crítica que desafíe narrativas hegemónicas y fomente una identidad social más diversa e inclusiva. La relación entre memoria, política y medias pone en evidencia que la construcción de una narrativa pública responsable requiere un análisis consciente de las implicaciones ideológicas y simbólicas de los contenidos mediáticos.
A nivel internacional, el estudio invita a reflexionar sobre el papel de los medios en la configuración de la memoria en contextos de conflictos y traumatismos, como los de Israel-Gaza o la guerra en Ucrania. La reconfiguración de las narrativas mediante plataformas digitales y transmedia puede influir en la percepción social, fortaleciendo o debilitando los procesos de reconciliación y justicia. La experiencia de RTVE, en este sentido, ofrece una referencia valiosa para comprender cómo los medios internacionales pueden contribuir a una memoria histórica más plural y crítica.
Conclusiones
La configuración y la representación de los modos de memoria surgen a partir del lenguaje narrativo de los actores sociales, como personas e instituciones a través de capas informativas en pantallas interpuestas. Además, se aprovechan archivos reutilizados de manera técnica y digital para crear espacios donde se ensamblan mundos narrativos de la memoria, que incorporan nuevos personajes y situaciones que resignifican la memoria de lo conocido con nuevos testimonios. Por ello, la plataforma de RTVE no se limita a mostrar figuras públicas relacionadas con los hechos de septiembre de 1973 (Pinochet, Allende, militares y militantes políticos), sino que combina escenarios de imágenes en blanco y negro con otros contextos, con lo que crea una hibridez que refleja las sensaciones y ritmos del presente que conectan con el pasado de manera colectiva y sensorial.
Los contenidos y las diversas narrativas cumplen una función doble: además de informar, socializan el mundo de la memoria histórica, que oscila entre la realidad y la ficción, como se evidencia en la sonorización de podcast con ambientes de época en el diseño de relatos verosímiles.
A nivel global, este estudio invita a reflexionar cómo las plataformas digitales influyen en la percepción pública de eventos históricos, y promueven una reflexión sobre la responsabilidad mediática y la resignificación de las grandes memorias que conectan con otras micromemorias resilientes.
En resumen, el artículo destaca la importancia del tratamiento mediático transmedia en el diseño de narrativas de memoria histórica que fomentan el diálogo social, que ofrecen lecciones valiosas para la conciencia en contextos de crisis y conflictos a nivel nacional e internacional para socializar las complejidades del pasado que, en la actualidad, se conocen por variadas narrativas mediadas por la tecnología.
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Financiamiento: Este estudio forma parte de un proyecto integral que cuenta con el financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile con estancia de investigación en el Centro de Investigación COMMUNICAV, Procesos de Creación, producción y postproducción audiovisual y multimedia de la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Granada.
Cómo citar: Chamorro Maldonado, M. A. (2025). Memoria histórica digital y cobertura transmediática del 50.o aniversario del Golpe en Chile por RTVE. Dixit, 39, e4526. https://doi.org/10.22235/d.v39.4526
Contribución de los autores (Taxonomía CRediT): 1. Conceptualización; 2. Curación de datos; 3. Análisis formal; 4. Adquisición de fondos; 5. Investigación; 6. Metodología; 7. Administración de proyecto; 8. Recursos; 9. Software; 10. Supervisión; 11. Validación; 12. Visualización; 13. Redacción: borrador original; 14. Redacción: revisión y edición.
M. A. C. M. ha contribuido en 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13.
Editor responsable: A. L.
Dixit v39
enero-diciembre 2025
10.22235/d.v39.4526
Artículos de investigación
[1] Cita en español (traducción del autor): Los estudios de la memoria que se han vuelto más relevantes en la última década, los cuales entienden la memoria como multicapas, porosa y móvil, con memorias mediadas, especialmente, que viajan a través de fronteras y circulan más allá de los Estados-nación para ser reconfiguradas de diversas maneras.
[2] Cita en español (traducción del autor): Reconoce el papel importante que desempeñan las emociones y promueve la empatía con las víctimas como un primer paso hacia recordar el pasado de manera que facilite y fomente la comprensión crítica, además de reconocer las pasiones cívicas y políticas (…) reconstruir el contexto histórico, las luchas sociopolíticas y las narrativas individuales y colectivas que llevaron a cometer crímenes masivos.