Dixit, 38

julio-diciembre 2024

10.22235/d.v38.4354

Dossier | Desórdenes informativos

 

Presentación. Desórdenes informativos en ecosistemas mediáticos latinoamericanos

Presentation. Information Disorders in Latin American Media Ecosystems

Apresentação. Desordens de informação nos ecossistemas de mídia da América Latina

 

Diego García Ramírez 1, ORCID 0000-0002-6173-8047

Andrés Lombana-Bermúdez 2, ORCID 0000-0002-1246-5994

 

1 Universidad del Rosario, Colombia, diegoalo.garcia@urosario.edu.co

2 Pontificia Universidad Javeriana, Colombia; Centro ISUR, Universidad del Rosario, Colombia; Berkman Klein Center for Internet and Society, Harvard University, Estados Unidos, andresa.lombana@javeriana.edu.co

 

 

La proliferación de información problemática en los ecosistemas mediáticos ha contribuido al incremento de una serie de desórdenes informativos que representan desafíos sin precedentes para las sociedades contemporáneas (Del-Fresno-García, 2019; García-Marín, 2020; Tucker et al., 2018; Wardle & Derakhshan, 2017).

Conceptualizados desde diversas perspectivas y utilizando diferentes términos —“desinformación”, “misinformación”, “hechos alternativos”, “noticias falsas”, “deepfakes”—, los desórdenes informativos se caracterizan por la difusión intencionada o no de contenidos inexactos y por su rápida producción y propagación en entornos en red.

Desde la política a la economía, pasando por la cultura y la salud pública, la abundante y veloz circulación de informaciones falsas y engañosas a través de medios digitales y análogos ha generado alteraciones en el desarrollo de los procesos democráticos, en la confianza en las instituciones y la salud pública, entre otros. Aunque los desórdenes informativos son un problema de escala global, se manifiesta de forma particular en contextos regionales, nacionales y locales de acuerdo con condiciones históricas, culturales, tecnológicas, políticas y económicas específicas.

Investigar los desórdenes informativos presenta varios retos conceptuales y metodológicos (Altay et al., 2023; Anderson, 2021; Camargo & Simon, 2022). A pesar del auge de investigaciones desde la comunicación y otras disciplinas sobre este problema en la última década, y de los esfuerzos por contrarrestar su propagación y efectos por parte de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, empresas tecnológicas y académicos, la terminología utilizada para explicar los desórdenes informativos continúa siendo debatida y presenta diferencias culturales, contextuales y lingüísticas. Así mismo, a nivel metodológico, la naturaleza dinámica del problema, la escala y el volumen de información, la diversidad y rápida evolución de plataformas digitales, el ahistoricismo y las consideraciones éticas representan desafíos que los investigadores deben confrontar. Abordar con éxito estos retos exige colaboración interdisciplinar, marcos éticos y el compromiso de mantenerse al día de los últimos avances tecnológicos.

Buena parte de la investigación y proyectos sobre desinformación y desórdenes informativos se ha producido en países y centros académicos del norte global. De ahí la importancia de estimular la reflexión desde Latinoamérica, pues por las condiciones sociales y políticas de la región, la producción y propagación de información engañosa o inexacta plantea desafíos y problemáticas propias.

En ese sentido el objetivo de la revista Dixit, al convocar este dossier, fue reunir investigaciones y reflexiones que permitieran avanzar en la comprensión de los desórdenes informativos en los ecosistemas mediáticos latinoamericanos, su impacto en diversos ámbitos y las estrategias para mitigar sus efectos. Algunas de las preguntas orientadoras fueron: ¿Cuáles son las aproximaciones metodológicas y conceptuales para investigar y entender los desórdenes informativos en el contexto latinoamericano? ¿Cómo han evolucionado en la última década? ¿Cómo influyen las características (políticas, tecnológicas, culturales, sociales) de los contextos locales y regionales en la producción y circulación de mis/desinformación? ¿Qué impacto tienen los desórdenes informativos en la esfera pública? ¿Cómo afectan las dinámicas de los públicos y audiencias? ¿Qué tipo de iniciativas y medidas han sido y están siendo desarrolladas para mitigar los desórdenes informativos y cuáles son sus principales desafíos?

A partir de estas cuestiones críticas, esta presentación destaca el valor de las perspectivas latinoamericanas para entender las diferentes manifestaciones de los desórdenes informativos, y promueve el pluralismo teórico y metodológico para explorar sus múltiples dimensiones en los ecosistemas mediáticos locales y nacionales de la región. Las contribuciones a este dossier provienen de países como Argentina, Colombia, Chile, Ecuador y México. En ellas se indaga sobre las narrativas y dinámicas de producción y circulación de contenidos durante las crisis de salud pública y de seguridad nacional, hasta las prácticas de consumo y de acceso de información en comunidades vulnerables y minoritarias, pasando por la explotación y uso estratégico de discursos de odio por grupos políticos. De esta forma, los artículos de esta colección contribuyen a entender las manifestaciones de un problema complejo y sistémico. En su conjunto, estas investigaciones dan muestra del surgimiento de un campo de investigación y práctica en donde convergen diferentes disciplinas, y en donde los estudios de comunicación se nutren de métodos y teorías provenientes de las ciencias sociales, las ciencias de la computación y las humanidades.

Paola Ricaurte y Eduardo Paz exploran el papel de las narrativas en la persistencia de las redes de desinformación de grupos antivacunas investigando el caso paradigmático de la red Médicos por la Verdad (MxV) en Telegram. En “Coherencia narrativa y desinformación: el caso de grupos antivacunas en América Latina”, los autores presentan y discuten los resultados de una investigación que combina el análisis de redes de canales de Telegram vinculados a MxV y el análisis textual (modelado de tópicos) de un corpus de 1,271,115 mensajes publicados en español entre 2020 y 2024. Con un enfoque crítico, sistémico y multidimensional, Ricaurte y Paz revelan la existencia de un alto grado de coherencia narrativa en el discurso de la red MxV a lo largo del tiempo. La investigación propone la comprensión de la desinformación como un proceso local-global, complejo y dinámico, situado histórica y socioculturalmente en la tensión entre diferentes flujos de información y en la disputa por el orden social. En este sentido, los autores argumentan considerar la desinformación como un producto de las tensiones del ecosistema informativo ante la crisis en las instituciones y sus efectos en las sociedades contemporáneas, contribuyendo a la conceptualización del desorden informativo en términos sistémicos, económicos, políticos, socioculturales e históricos.

En su artículo “Un desafío de confianza: narrativas predominantes en torno al proceso de vacunación contra COVID-19 en la ciudad de Bogotá”, Claudia Patricia Vaca González, Alejandra Páez Moncaleano, Diana Zamira Romero Criollo y Luisa María Gómez Pinto exploran las representaciones sociales de las vacunas, del Plan Nacional de Vacunación y de la circulación de información durante la pandemia en el contexto urbano de la capital colombiana. Las autoras presentan los resultados de un análisis temático de 19 grupos focales realizados en las diferentes localidades de la ciudad, identificando tanto percepciones individuales como colectivas, y discutiendo los testimonios de ciudadanos y ciudadanas con características demográficas y culturales diversas en cuanto a género, grupo étnico y capacidades (específicamente personas sordas). La aproximación cualitativa y situada de esta investigación permite comprender por medio de la articulación de diferentes voces y experiencias las transformaciones en las representaciones sociales durante la crisis de salud pública de la pandemia y en medio de un entorno caracterizado por el desorden informativo. Por un lado, la investigación identifica representaciones sociales positivas tales como la vacunación como acto solidario, el rol de las personas cercanas (familiares) y de los medios locales como fuentes confiables de información. Por otro, identifican representaciones negativas como la injusticia por las reacciones adversas desatendidas, la transgresión de la autonomía y el control ciudadano, la desigualdad y la discriminación en el acceso a información (migrantes, adultos mayores y personas con problemas auditivos) y la desconfianza en la instituciones y medios de comunicación masivos y redes sociales como fuentes de información. La investigación provee evidencia sobre cómo el desorden informativo se manifiesta en un ecosistema mediático caracterizado por la sobreabundancia de información, muchas veces contradictoria, y los desafíos que genera para la realización de campañas de salud pública y el establecimiento de relaciones de confianza entre instituciones y ciudadanía.

En “#EcuadorBajoAtaque: Desorden informativo y la difusión de emociones negativas en X durante la crisis de seguridad en 2024”, Juan Federico Pino Uribe, Manuel Elkin Castiblanco Briceño, Paula Valentina Zukin Cantor y Juan David Melo Viasús exploran el desorden informativo un contexto nacional caracterizado por el incremento de la violencia y la expansión de bandas armadas vinculadas al narcotráfico. Con base en un corpus de 13,603 trinos publicados entre el 9 y el 17 de enero de 2024 en la plataforma X (antes Twitter), los autores diseñan y aplican una metodología mixta combinando varias técnicas computacionales de procesamiento de lenguaje natural (NLP) y el análisis de contenido, para identificar el desorden informativo. La investigación provee evidencia del aumento en la publicación y circulación de trinos identificados como desorden informativo, en los cuales predominan emociones negativas como la indignación, el miedo y la ira. Los autores destacan la importancia de indagar en este tipo de emociones para comprender el desorden informativo y considerar el componente emocional en los esfuerzos por mitigar la desinformación y misinformación. Además, sugieren la importancia de desarrollar técnicas computacionales basadas en el NLP para identificar el desorden informativo y tomar acciones que permitan que la información verificable prevalezca en momentos críticos.

En “Los discursos de odio como estrategia de las nuevas derechas: una aproximación a los límites de la libertad de expresión en el entorno digital”, Bianca Cecchini Murúa y Milagros Martín Varela exploran la proliferación y propagación de discursos de odio en entornos comunicacionales digitales caracterizados por la amplia y rápida circulación de mensajes violentos y discriminatorios hacia personas y grupos en función de su pertenencia identitaria, sea étnica, política, religiosa, de género, entre otras. Sin caer en el determinismo tecnológico que responsabiliza a las redes sociales de la situación actual, las autoras invitan a comprender los discursos de odio en contextos sociales y políticos específicos y como un problema propio de nuestra época. En ese sentido, analizan cómo grupos políticos conservadores y con tendencias autoritarias (“nuevas derechas”) incorporan discursos de odio y discriminatorios como estrategia para defender proyectos políticos y culturales, y cómo a través de redes sociales y medios de comunicación instalan en la esfera pública mensajes violentos hacia sectores y actores sociales subalternos. Finalmente, las autoras invitan a mantenernos vigilantes de las problemáticas y complejidades en torno a los discursos de odio y la vida democrática en la región.

En su artículo “Diferencias de género y percepción de desinformación en el consumo informativo de comunidades migrantes en Chile”, Nairbis Sibrian Díaz y Jesús Villafañe Núñez analizan factores asociados al género que inciden en las prácticas de consumo de información por parte de la población migrante. Para ello, realizaron encuestas y entrevistas a personas migrantes mayores de 18 años provenientes de diferentes nacionalidades y establecidas en Chile. Los datos exponen que las mujeres suelen ser más activas en redes sociales que los hombres; además, consumen y comparten mayor información sobre aspectos migratorios, principalmente información que ayude a otros migrantes. Si bien hombres y mujeres se exponen constantemente a desinformación sobre migración, las mujeres suelen tener mayor exposición a este tipo de contenidos dado su alto consumo de redes sociales. El artículo subraya la necesidad de abordar las complejidades del tratamiento informativo de la migración y el consumo informativo desde una perspectiva interseccional, con prácticas de comunicación y alfabetización mediática para comunidades, que incluyan estrategias frente a desórdenes informativos.

César Andrés Paredes Peña, María Sofía Luna Siachoque y Génesis Natalia Tobón Becerra, de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en su artículo “Consumo de información y uso de redes sociales en estudiantes de noveno, décimo y undécimo en los departamentos de Caquetá, Putumayo y Guaviare: una caracterización necesaria”, presentan los resultados de una encuesta aplicada a jóvenes estudiantes de nueve municipios de tres departamentos. El artículo explora los hábitos de consumo informativos, los canales a través de los cuales acceden a la información, la confianza en los medios de comunicación y la autopercepción de sus habilidades críticas de estudiantes de la región amazónica colombiana. Las respuestas de los 1,604 estudiantes permiten identificar que Facebook sigue siendo la principal fuente de noticias de los jóvenes de las áreas rurales. Igualmente, evidencian el alto grado de desconfianza hacia los medios de comunicación y los bajos niveles de verificación y contrastación de la información que consumen. A partir de estos resultados, los autores resaltan la importancia y pertinencia de implementar programas de educación mediática como estrategia para contrarrestar la brecha digital y preparar a los jóvenes para navegar en la abundancia informativa que caracteriza a los ecosistemas mediáticos contemporáneos.

Para concluir, cabe señalar que este número especial no es exhaustivo, sino que inicia una conversación y provee un mapa preliminar de un campo de investigación que evoluciona rápidamente. Sostenemos que los y las investigadores de Latinoamérica están bien posicionados para analizar críticamente las manifestaciones e impactos de los desórdenes informativos en los ecosistemas mediáticos. Sus estudios y casos contribuyen a entender los desafíos y complejidades de fenómenos como la desinformación y otros problemas relacionados con la producción y circulación de información problemática, más allá de la región latinoamericana.

 

 

Diego García Ramírez

 

 

Profesor del programa de Periodismo de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, Colombia. Doctor en Comunicación y Cultura por la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil. Magíster en Comunicación por la Pontificia Universidad Javeriana, Colombia. Antropólogo por la Universidad de Antioquia, Colombia. Vicecoordinador del Grupo Temático Economía Política de las Comunicaciones de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Comunicación-ALAIC (2024-2026). Miembro del Grupo de Trabajo Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales-CLACSO. Algunas de sus líneas de investigación son: periodismo y análisis de medios, economía política de la comunicación, ecosistemas mediáticos y plataformas digitales.

 

 

Andrés Lombana-Bermúdez

 

 

Profesor asistente en el departamento de Comunicación en la Pontificia Universidad Javeriana, Colombia. Investigador asociado en el Centro ISUR de la Universidad del Rosario, Colombia, y en el Centro Berkman Klein para la Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard, Estados Unidos. Doctor en Estudios de Medios por la Universidad de Texas-Austin. Magister de ciencias en Estudios de Medios Comparados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts-MIT. Licenciado en Ciencia Política y Literatura por la Universidad de los Andes, Colombia. Trabaja en la intersección entre estudios críticos de Internet y de datos, ciudadanía, juventud, nuevos alfabetismos y ecosistemas mediáticos.

 

 

Referencias:

Anderson, C. W. (2021, abril 15). Propaganda, misinformation, and histories of media techniques. Harvard Kennedy School (HKS) Misinformation Review. https://doi.org/10.37016/mr-2020-64

Altay, S., Berriche, M., & Acerbi, A. (2023). Misinformation on Misinformation: Conceptual and Methodological Challenges. Social Media + Society, 9(1). https://doi.org/10.1177/20563051221150412

Camargo, C. Q., & Simon, F. M. (2022, septiembre 20). Mis- and disinformation studies are too big to fail: Six suggestions for the field’s future. Harvard Kennedy School (HKS) Misinformation Review. https://doi.org/10.37016/mr-2020-106

Del-Fresno-García, M. (2019). Desórdenes informativos: sobreexpuestos e infrainformados en la era de la posverdad. Profesional de la información, 28(3), e280302. https://doi.org/10.3145/epi.2019.may.02

García-Marín, D. (2020). Infodemia global. Desórdenes informativos, narrativas fake y fact-checking en la crisis de la Covid-19. Profesional de la Información, 29(4), e290411. https://doi.org/10.3145/epi.2020.jul.11

Tucker, J.A., Guess, A., Barberá, P., Vaccari, C., Siegel, A., Sanovich, S., Stukal, D., & Nyhan, B. (2018). Social Media, Political Polarization, and Political Disinformation: A. Review of the Scientific Literature. Hewlett Foundation.

Wardle, C., & Derakhshan, H. (2017). Information Disorder: Toward an interdisciplinary framework for research and policy making (Report DGI(2017)09). Council of Europe. https://edoc.coe.int/en/media/7495-information-disorder-toward-an-interdisciplinary-framework-for-research-and-policy-making.html

 

Cómo citar: García Ramírez, D., & Lombana-Bermúdez, A. (2024). Presentación. Desórdenes informativos en ecosistemas mediáticos latinoamericanos. Dixit, 38, e4354. https://doi.org/10.22235/d.v38.4354

 

Contribución de los autores (Taxonomía CRediT): 1. Conceptualización; 2. Curación de datos; 3.  Análisis formal; 4. Adquisición de fondos; 5. Investigación; 6. Metodología; 7. Administración de proyecto; 8. Recursos; 9. Software; 10. Supervisión; 11. Validación; 12. Visualización; 13. Redacción: borrador original; 14. Redacción: revisión y edición.

D. G. R. ha contribuido en 1, 13, 14; A. L. B. en 1, 13, 14.

 

Editor científico responsable: L. D.

Dixit, 38

julio-diciembre 2024

DOI: 10.22235/d.v38.4354