10.22235/cp.v18i1.3103

Centralidad y asociaciones entre la tríada oscura, inteligencia emocional rasgo y distancia social durante la pandemia de COVID-19 en Perú: un análisis de redes

Centrality and associations between the dark triad, trait emotional intelligence and social distancing during COVID-19 pandemic in Peru: a network analysis

Centralidade e associações entre a tríade sombria, traço de inteligência emocional e distância social durante a pandemia de COVID-19 no Peru: uma análise de redes

Dennis Calle¹ ORCID 0000-0001-9859-3446

Cristian Ramos-Vera² ORCID 0000-0002-3417-5701

Antonio Serpa-Barrientos³ ORCID 0000-0002-7997-2464

¹ Universidad Cesar Vallejo, Perú, cadenn002_13@hotmail.com

² Universidad Cesar Vallejo, Perú

³ Sociedad Peruana de Psicometría; Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú

Resumen:

Pocos estudios en Sudamérica han examinado rasgos de personalidad que tuvieron impacto a nivel individual y social durante la pandemia. El objetivo del estudio fue identificar las variables centrales y asociaciones parciales en una red entre la tríada oscura, inteligencia emocional rasgo y distancia social durante la pandemia, y variables demográficas. Se hipotetizó a la edad como posible variable central en la red, y la relación negativa entre la tríada oscura con la distancia social y la inteligencia emocional rasgo, excepto el narcisismo. Se utilizó un muestreo no probabilístico donde participaron 311 adultos (M = 33.95 años, 65 % mujeres). Mediante encuestas en línea, se aplicaron las escalas Dirty Dozen Dark Triad, Trait Meta-Mood Scale y datos demográficos. La atención emocional fue clave al conectar la tríada oscura y la inteligencia emocional. Además, favoreció la adherencia a la distancia social, mientras lo inverso sucedió con el maquiavelismo. Los dominios de la tríada oscura e inteligencia emocional tuvieron asociación negativa, excepto por el narcisismo, que mostró una conexión positiva con la atención emocional. En síntesis, durante la pandemia, la evaluación de la atención a las emociones fue crucial para entender las motivaciones aversivas sociales y promover la adhesión al distanciamiento social. En contraste, debe investigarse más el maquiavelismo, que se asoció a los jóvenes, y no contribuyó a la normativa social de salud pública.

Palabras clave: tríada oscura; inteligencia emocional rasgo; distancia social; Perú; análisis de red.

Abstract:

Few studies in South America have examined personality traits that had an impact at an individual and social level during the pandemic. The aim of the study was to identify the most central variables and partial associations in a network among the dark triad, trait emotional intelligence, social distancing during the pandemic, and demographic variables. Age was hypothesized as a possible central variable in the network, and a negative relationship was found between the dark triad and social distancing and trait emotional intelligence, except for narcissism. A non-probabilistic sampling method was used, with 311 adults (M = 33.95 years, 65 % women). Online surveys as the Dirty Dozen Dark Triad, Trait Meta-Mood Scale, and demographic data were used. Emotional attention played a key role in linking the dark triad and emotional intelligence. Moreover, it favored adherence to social distancing, while the reverse was observed with Machiavellianism. Finally, dark triad and emotional intelligence domains showed a negative association, except for narcissism, which had a positive connection with emotional attention. In summary, during the pandemic, assessing emotional attention was crucial to comprehend social aversive motivations and promote adherence to social distancing. In contrast, Machiavellianism, associated with the youth, needs further investigation and did not contribute to public health social norms.

Keywords: dark triad; trait emotional intelligence; social distancing; Peru; network analysis.

Resumo:

Poucos estudos na América do Sul examinaram os traços de personalidade que foram impactados a nível individual e social durante a pandemia. O objetivo do estudo foi identificar as variáveis centrais e associações parciais em uma rede entre a tríade sombria, o traço de inteligência emocional, o distanciamento social durante a pandemia e variáveis demográficas. As hipóteses foram de que a idade era uma possível variável central na rede, e de que havia uma relação negativa entre a tríade sombria e o distanciamento social e o traço de inteligência emocional, exceto para o narcisismo. Foi utilizado um método de amostragem não probabilístico, com a participação de 311 adultos (M = 33,95 anos, 65 % mulheres). Por meio de pesquisas online, foram aplicadas as escalas Dirty Dozen Dark Triad, Trait Meta-Mood Scale e dados demográficos. A atenção emocional foi fundamental ao conectar a tríade sombria e a inteligência emocional. Além disso, favoreceu a adesão ao distanciamento social, enquanto o inverso foi observado com o maquiavelismo. Os domínios da tríade sombria e da inteligência emocional tiveram associação negativa, exceto pelo narcisismo, que apresentou uma conexão positiva com a atenção emocional. Em resumo, durante a pandemia, a avaliação da atenção às emoções foi crucial para compreender as motivações sociais aversivas e promover a adesão ao distanciamento social. Em contraste, é necessário investigar mais o maquiavelismo, que se associou aos jovens, e não contribuiu para as normativas sociais de saúde pública.

Palavras-chave: tríade sombria; traço de inteligência emocional; distanciamento social; Peru; análise de rede.

Recibido: 20/10/2022

Aceptado: 20/12/2023

La exploración de la personalidad es una práctica fundamental en el ámbito psicológico, pues revela una sinergia de patrones comportamentales, afectivos, motivacionales, y otros, con un propósito definido (Roberts & Woodman, 2017). Entre estas tendencias, se ha reportado un aumento de aquellas con orientación hacia la manipulación e insensibilidad, no necesariamente patológicas, pero que a menudo no reciben la debida atención a pesar de su posible impacto en contextos que requieren interacciones sociales constructivas (Zettler et al., 2021). En particular, en el contexto de pandemia por COVID-19 surgió la necesidad de detectar y evaluar tendencias interpersonales de baja respuesta a diversas medidas preventivas de salud pública (Ścigała et al., 2021). En esta situación de crisis e incertidumbre, muchas personas no actuaron con empatía frente a las necesidades de otros. Esto fue especialmente relevante en el caso de Perú, que en tal periodo tuvo altas tasas de contagio, mortalidad y organización sanitaria deficiente (Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2022). Incluso, hubo cierta predisposición de beneficiarse de productos médicos esenciales a expensas de otros e incumplir normas sanitarias para frenar la propagación del virus (Cuba, 2021; Ministerio del Interior, 2021). Muchos de estos comportamientos pueden obstaculizar aún más la recuperación en materia de economía y salud pública asociadas a la COVID-19 (Nemexis, 2020; Ścigała et al., 2021).

Al respecto, se ha reportado que los rasgos maquiavélicos, psicopáticos y narcisistas pueden ser claves para predecir una baja adherencia a medidas sanitarias (Doerfler et al., 2021; Huang et al., 2021; Ścigała et al., 2021). Este conjunto de rasgos engloba un modelo teórico denominado “tríada oscura de personalidad”, el cual surgió al integrar en la literatura las tendencias con características aversivas interpersonales y baja empatía en situaciones cotidianas (Rogoza & Cieciuch, 2020). No obstante, estos rasgos no implican necesariamente la presencia de un trastorno o psicopatología, pues se manifiestan a lo largo de un continuo en la vida (Muris et al., 2017; Paulhus & Williams, 2002).

El maquiavelismo engloba una disposición interpersonal de manipulación a largo plazo, cierto desapego emocional y desafío a las normas sociales con la finalidad de obtener beneficios o ventajas sobre otros (Götz et al., 2020). Dadas estas características, se ha sugerido que este rasgo es uno de los más transgresores de normas durante la pandemia, tales como el incumplimiento de la distancia social, la falta de higiene de manos, estafas a personas enfermas y la resistencia a seguir mensajes preventivos relacionados con la COVID-19 (Blagov, 2021; Huang et al., 2021; Triberti et al., 2021). La psicopatía primaria implica comportamientos insensibles, manipuladores, relaciones superficiales, ausencia de miedo y ansiedad ante situaciones de riesgo (Del Gaizo & Falkenbach, 2008). Este rasgo no se limita a contextos criminales, sino que se observan en entornos financieros y políticos donde las personas tienden a ocultar sus motivaciones personales de manera efectiva (LeBreton et al., 2006). Durante la pandemia, la psicopatía se ha implicado en el desinterés por la vida de los afectados, menor adhesión a medidas como el confinamiento y distanciamiento social (Blagov, 2021; Carvalho & Machado, 2020; Doerfler et al., 2021). Por otra parte, el perfil narcisista subclínico se caracteriza por arrogancia, necesidad de admiración, atención y éxito (Ash et al., 2023). Por ello, demuestra un mayor deseo de contacto social, lo que puede generar una impresión inicial de carisma (Malkin et al., 2013). Estudios previos sugieren que individuos narcisistas promovieron teorías conspirativas sobre la COVID-19 y mostraron menos adherencia al distanciamiento social. Sin embargo, priorizaron los protocolos de higiene y uso de mascarillas, lo que sugiere mayor importancia al propio bienestar que al cuidado de los demás (Grubbs et al., 2022; Sternisko et al., 2021).

Debido a las características de estilo de vida oportunista de estos rasgos, es más probable que se expresen principalmente en entornos donde existe cierta inestabilidad e impredecibilidad (Jonason et al., 2020). Este puede ser el caso de Perú, un país con bajas expectativas de cambio social frente a la desigualdad en la población y gran desconfianza hacia las autoridades por temas de inseguridad ciudadana y corrupción política constantes (Instituto Nacional de Estadística (INEI), 2020a). Esto puede fomentar motivaciones para ignorar normas y derechos de los demás, ya que las exigencias de supervivencia de un individuo o grupos con intereses comunes (familias, amigos, instituciones, etc.) prevalecen sobre las reglas que se han establecido para toda una sociedad (Villegas, 2011; Zitek & Schlund, 2021). En ese sentido, los rasgos de tríada oscura pueden persistir en contextos donde los beneficios de obtener ventajas de otros superen a los riesgos percibidos, de modo que es importante evaluarlos en función del entorno (Brito-Costa et al., 2021).

En contraste, durante la crisis de COVID-19, es crucial analizar qué disposiciones afectivas pueden promover comportamientos más empáticos y considerados. En ese sentido, es relevante investigar las bases de autoconocimiento emocional, ya que actúan como antecedentes de la empatía. En diversos estudios, las disposiciones de autoevaluación emocional suelen predecir significativamente mayor perspectiva y preocupación empática (Fernández-Abascal & Martín-Díaz, 2019; Jiménez Ballester et al., 2022; Pacheco & Berrocal, 2004). Esto es coherente, ya que estar dispuestos a reflexionar sobre las propias emociones es el primer paso para comprender cómo otros pueden reaccionar ante experiencias similares. En esa línea, la inteligencia emocional promueve el bienestar psicológico y las relaciones interpersonales (Fernández-Berrocal et al., 2012). Desde la perspectiva de rasgos de Salovey et al. (1995), la inteligencia emocional rasgo son patrones afectivos de naturaleza intrapersonal, es decir, percibir, comprender y manejar las propias emociones de forma efectiva. La atención emocional es la autoevaluación, conciencia de la intensidad y el primer paso para usar la información emocional de manera útil (Salovey et al., 1995). La claridad emocional engloba creerse capaz de diferenciar y precisar los motivos de los cambios de los estados afectivos (Boden & Thompson, 2017). Por último, la reparación emocional es la disposición de abordar las emociones de manera constructiva tras experimentar situaciones conflictivas o eventos que generan malestar (Fernández-Berrocal et al., 2004).

Durante la pandemia hubo reportes de la importancia de evaluar la atención emocional. Por ejemplo, se incrementó a comparación de periodos anteriores al surgimiento de la COVID-19, y fue proporcional a los altos niveles de ansiedad durante este período (Castro & Dueñas, 2022; Panayiotou et al., 2021). Además, tal atención a la propia experiencia afectiva favoreció una mayor inclinación a buscar apoyo emocional en los demás (Prentice et al., 2020). En contraposición, menor predisposición para identificar y regular las emociones se ha vinculado con una reducción de la calidad de vida durante esta crisis sanitaria (Pallotto et al., 2021; Panayiotou et al., 2021). Aunque no se ha examinado explícitamente la relación entre la inteligencia emocional y el cumplimiento de medidas de salud a excepción de otros años (Sánchez López et al., 2018), los trabajos anteriores sugieren que las personas más conscientes de sus experiencias emocionales tienden a reflexionar más sobre sus acciones y decisiones, lo que posiblemente incida en mayor adherencia con las medidas señaladas.

Respecto a la exploración conjunta entre los rasgos de tríada oscura con las puntuaciones totales de inteligencia emocional rasgo, existen dos metaanálisis donde se informa que el maquiavelismo y la psicopatía tienen relación negativa con tal dominio emocional general, mientras el narcisismo tiene asociación nula o positiva (Miao et al., 2019; Michels & Schulze, 2021). No obstante, cuando se profundizan estas asociaciones por cada componente, se obtiene información más diferenciada. Por ejemplo, los individuos con mayor tendencia al maquiavelismo parecen no tener problemas con percibir las propias emociones, sin embargo, tienen dificultades para discernir entre ellas y regular las emociones negativas (Al Aïn et al., 2013; Bonfá-Araujo & Hauck Filho, 2023; García et al., 2015). Los individuos con altas puntuaciones de psicopatía parecen presentar dificultades más notables, ya que aparte de no regular emociones negativas, tampoco suelen atender o diferenciar las propias emociones (Malterer et al., 2008; Newman & Lorenz, 2003). Adicionalmente, la evidencia es mixta en aquellos con tendencias narcisistas grandiosas, pues se han relacionado con autopercepciones emocionales positivas (Casale et al., 2019; Petrides, 2011; Ruiz et al, 2012), pero una revisión metaanalítica sugiere que las asociaciones con los rasgos emocionales son nulas (Miao et al., 2019). En general, se requiere evaluar componentes emocionales por separado para observar qué atributos emocionales están más asociados a cada dominio de tríada oscura.

La edad y el sexo también son variables importantes para comprender las conexiones entre los rasgos de personalidad, ya que influyen en el desarrollo biopsicosocial de las personas (Goldberg et al., 1998). Entre las dos variables, la edad parece condicionar más consistentemente la expresión de cada rasgo examinado, ya que en estudios longitudinales se ha asociado tanto con una mayor manifestación de rasgos oscuros en jóvenes (Hartung et al., 2022) y con una mejor disposición para evaluar, discernir y mejorar los estados emocionales a mayor edad (Parker et al., 2021). En cuanto al sexo, los varones tienden a tener puntajes más altos en rasgos de tríada oscura en comparación con las mujeres, pero las diferencias de sexo en inteligencia emocional no son claras, excepto en la atención emocional, expresado más en mujeres (Sánchez Núñez et al., 2008). Respecto a otros estudios, un metaanálisis reciente señala que la relación entre la psicopatía y la inteligencia emocional es más fuerte cuando hay menos participantes mujeres, y que el vínculo negativo entre el maquiavelismo y la inteligencia emocional es más alto en grupos de menor edad (Michels & Schulze, 2021). Así, estos hallazgos sugieren la necesidad de considerar las variables sociodemográficas en investigaciones sobre rasgos emocionales y antagonistas.

En conjunto, existen razones para sugerir que la inteligencia emocional rasgo y la tríada oscura pueden examinarse en un modelo con un origen común y no como variables aisladas. En la literatura se reporta que la inteligencia emocional, evaluada como rasgo, presenta correlaciones más robustas con la extraversión y el neuroticismo del modelo Big Five, a comparación del modelo de inteligencia como habilidad emocional (Sánchez-García et al., 2016). En ese contexto, la inteligencia emocional rasgo parece orientarse hacia el éxito de las interacciones sociales, al mismo tiempo que fomenta una tendencia hacia la autoconciencia y la gestión efectiva de la emocionalidad negativa (Alegre et al., 2019). Paralelamente, los rasgos antagonistas también tienen asociaciones significativas con rasgos del Big Five como baja amabilidad y conciencia (Muris et al., 2017). Estos hallazgos sugieren que la inteligencia emocional rasgo y tríada oscura tienen una base subyacente de otras manifestaciones de rasgos de personalidad y es plausible integrarlas al mismo nivel. Así, es posible evaluar un sistema de relaciones múltiples constituido por rasgos de personalidad aversivos interpersonales (tríada oscura) y emocionales (inteligencia emocional rasgo) al mismo nivel de organización (Cramer et al., 2012).

Esta perspectiva es viable a través del análisis de redes, que permite examinar variables psicológicas complejos que abarcan relaciones simultáneas entre comportamiento, afecto, cognición y otros aspectos que conforman la personalidad. Algunas ventajas de este modelo incluyen asociaciones parciales que controlan la varianza compartida entre variables psicológicas, demográficas y nominales (Epskamp & Fried, 2018), además de identificar los dominios más relevantes, según la fuerza y número de conexiones en la red, útiles para sugerir acciones preventivas o de intervención (Jones et al., 2021). Complementariamente, cuando se añaden variables demográficas, se puede abordar un sistema de interacción desde el modelo socioecológico de Bronferbrenner (Crawford, 2020). En el contexto del presente estudio, se examina tal modelo como la interacción compleja entre factores individuales (sexo, edad, personalidad), relaciones cercanas y comunitarias (interacciones sociales constructivas o perjudiciales), y factores sociales más amplios (normas sociales y pautas sanitarias ante la COVID-19) para comprender interacciones entre subsistemas.

Objetivos e hipótesis del presente estudio

Dado que la literatura mencionada sugiere que la edad tiene asociaciones significativas tanto con la expresión de rasgos de tríada oscura, así como de inteligencia emocional, se plantea a la edad, incluso durante la pandemia, como una de las variables más centrales (más conexiones y magnitud de relaciones) en toda la red. Esta hipótesis parece más probable de confirmar que otras, pues la mayoría de los estudios no relacionan componentes específicos de inteligencia emocional, lo que dificulta encontrar un patrón emocional consistente con todos los rasgos aversivos. No obstante, en esa línea, sí existe concordancia en la literatura entre la dirección de las asociaciones entre rasgos aversivos y emocionales, y es posible plantear una segunda hipótesis: vale decir, que principalmente la psicopatía, además del maquiavelismo, tienen relación negativa con los componentes de inteligencia emocional rasgo, a excepción del narcisismo.

Por tanto, el primer objetivo del presente estudio fue identificar las variables con mayor centralidad durante la pandemia en un modelo de relaciones de red que incluyen la tríada oscura, inteligencia emocional rasgo, la adherencia al distanciamiento social, la edad y el sexo. El segundo objetivo fue ampliar el conocimiento existente sobre la relación entre la tríada oscura, los componentes de inteligencia emocional rasgo, el cumplimiento de medidas como la distancia social y datos demográficos como la edad y el sexo.

Método

Participantes

Los participantes fueron seleccionados a través de muestreo no probabilístico intencional. Los criterios de selección incluyeron la recolección de datos de ciudadanos peruanos mayores de 18 años que residían en Lima durante el período de la pandemia de 2021. Se determinó el tamaño de la muestra teniendo en cuenta un nivel de significancia de .05, con una potencia estadística de .95, un efecto mínimo de tamaño de 0.2 (Ramos-Vera, 2021), que resultó en un mínimo de 200 participantes. No obstante, en el presente estudio se amplió tal número con información previamente analizada sobre rasgos antagonistas de personalidad y rasgos emocionales (Ramos-Vera et al., 2023), esta vez con énfasis en un contexto de pandemia en el Perú. Inicialmente, se contó con un total de 316 participantes; sin embargo, se identificó que 5 tuvieron tendencias lineales en las respuestas, por lo que fueron excluidos del conjunto de datos. Finalmente, 311 adultos peruanos (M = 33.95; DE = 11.6) formaron parte del presente estudio, de los cuales el 65 % fueron mujeres (204) y el 35 % hombres (107). Las edades de los participantes oscilaron entre los 18 a más de 65 años; mientras el grado de instrucción mayoritario fue educación universitaria, con 62 % (194) de los encuestados a comparación de la educación secundaria (38 %, 117).

Instrumentos

Dirty Dozen Dark Triad (DDDT; Jonason & Webster, 2010). Mide tres rasgos de personalidad como el maquiavelismo (tendencias de manipulación, engaño, explotación a otros), psicopatía subclínica (insensibilidad, amoralidad, cinismo y ausencia de remordimiento) y narcisismo subclínico (necesidad de admiración, prestigio, trato especial de otros). La versión del cuestionario adaptada en el medio peruano por Lonzoy et al. (2020) presenta 12 ítems y cinco opciones de respuesta (1: nunca a 5: casi siempre) en formato Likert. La confiabilidad mediante el coeficiente omega en este estudio fue de .82 para el maquiavelismo, .60 en psicopatía subclínica y .80 para narcisismo subclínico. El ajuste del modelo de tres factores con el estimador DWLS que no asume supuestos de normalidad, demostró valores adecuados de CFI = .98, TLI = .98, RMSEA = .06 y SRMR = .06.

Trait Meta Mood Scale (TMMS-24; Fernández-Berrocal et al., 2004). Esta es una escala de 24 ítems en castellano que mide la inteligencia emocional como rasgo mediante 24 ítems en escala Likert (1: nada de acuerdo a 5: totalmente de acuerdo). Se basa en los dominios de atención (grado de atención y reconocimiento de las propias emociones), claridad (grado de comprensión y diferenciación de las emociones) y reparación emocional (cambiar estados emocionales negativos y prolongar los positivos) (Salovey et al., 1995). En este estudio, la confiabilidad de las puntuaciones mediante el coeficiente omega tuvo coeficientes de .83 para atención; .86 en claridad y .81 para reparación emocional. El ajuste del modelo de tres factores con el estimador ya mencionado tuvo índices de ajuste CFI = .96, TLI = .96, RMSEA = .09 y error cuadrático medio (RMR) = .08.

Cuestionario de datos sociodemográficos. Se realizó un cuestionario con datos básicos como la edad, el sexo, el grado de instrucción y el cumplimiento o no de distancia social en los últimos 30 días.

Procedimientos

En el transcurso del segundo semestre del año 2021 se llevó a cabo la presente investigación mediante la utilización de un formulario virtual, distribuido en comunidades de adultos a través de plataformas de redes sociales como Facebook y WhatsApp. Este formulario presentaba información sobre los objetivos del estudio, proporcionando detalles acerca del proceso de recolección de datos confidenciales y anónimos. Tras la finalización de las encuestas, se procedió a depurar y organizar los datos para su posterior análisis estadístico.

Consideraciones éticas

El presente estudio se llevó a cabo siguiendo los lineamientos y aprobación del Comité de Ética de la Universidad César Vallejo (Registro de proyecto I2020120110491919D – 54132). Esto incluye prácticas para garantizar el bienestar, la dignidad y autonomía de los participantes, que incluye la privacidad y la confidencialidad de la información recopilada. Además, se aseguró que la participación era voluntaria y que podían retirarse en cualquier momento sin consecuencias. Los procedimientos mencionados se realizaron de acuerdo con los lineamientos de la Declaración de Helsinki de 1964 y el artículo número 27 del código de ética profesional del Colegio de Psicólogos del Perú.

Análisis de datos

Los análisis se realizaron con el programa R versión 4.2.2 (R Core Team, 2013), y los paquetes estadísticos qgraph (Epskamp et al., 2012), bootnet (Epskamp & Fried, 2023), huge (Jiang et al., 2019), psych (Revelle, 2017), networktools (Jones, 2020) y Clique-Percolation (Lange, 2021). Los datos siguieron una distribución no normal, de modo que se utilizaron estadísticos no paramétricos, como el paquete huge. Se estimó una red que integró las variables de personalidad, el acatamiento de la distancia social durante la pandemia, así como variables demográficas influyentes en la tríada oscura y la inteligencia emocional-rasgo, tales como la edad y el sexo (Fernández-Berrocal et al., 2012; Michels & Schulze, 2021).

En este modelo gráfico, cada elemento se representa por “nodos” (círculos: variables), unidos por “bordes” (líneas: relaciones). Los bordes indican correlaciones parciales regularizadas entre las variables psicológicas, es decir, se controlan las relaciones con otros componentes de la red, lo que evita asociaciones espurias entre ellos (Epskamp & Fried, 2018; Waldorp & Marsman, 2021). Para identificar aquellos dominios con mayor número y magnitud de conexiones que influyen en otras comunidades de la red, se reportaron las medidas de influencia esperada puente (Jones et al., 2021; Ramos-Vera & Serpa-Barrientos, 2022). Igualmente, para reforzar los hallazgos de nodos relevantes en la red, utilizamos el método de Clique-Percolation, que detecta aquellos nodos que pertenecen a varios grupos o comunidades simultáneamente (Lange, 2021). Para ello, se utilizaron los parámetros k = 3, es decir tres o más nodos fuertemente conectados; y el valor I = 0.15, que indica la magnitud de la conexión mínima entre todos los nodos mayores a tres. Por otra parte, el índice de predictibilidad se representa mediante un anillo sobre los nodos, e indica qué variable es más predicha por las restantes (Haslbeck & Waldorp, 2018). Finalmente, las pruebas de bootstrap son análisis post-hoc que se aplicaron para evidenciar la estabilidad de las relaciones, con al menos 1700 muestras de réplicas de relaciones.

Resultados

En la Tabla 1 se observan los estadísticos descriptivos de las respuestas de los participantes según las medidas utilizadas en la red estimada. Entre los rasgos de tríada oscura, el narcisismo tuvo la mayor media (10.40), mientras que la reparación emocional tuvo mayor media (31.03) en la inteligencia emocional intrapersonal. El dominio que presentó valores más altos de centralidad puente fue la atención emocional (1.20), seguido por el narcisismo (0.99) y la claridad emocional (0.54). Respecto a la predictibilidad, es decir, los nodos más predichos por otros nodos (R²), el dominio de maquiavelismo tuvo el mayor valor del índice mencionado (49 %), seguido por la psicopatía y reparación emocional (ambos 37 %). En cuanto a la centralidad (influencia esperada puente), se observaron valores superiores de este índice en el componente de la atención emocional (1.20).

Tabla 1: Análisis descriptivos, valores de centralidad puente y predictibilidad de la red

Tabla

Descripción generada automáticamente

Nota: DE: desviación estándar; g₁: asimetría, g₂: curtosis, C.P: centralidad puente (bridge expected influence), R²: predictibilidad. Sexo: 1 = hombres, 2 = mujeres

En la Figura 1 se observa la estructura de red de correlaciones parciales entre los rasgos de personalidad ya mencionados, la distancia social y variables demográficas. Resaltan las correlaciones parciales negativas entre la psicopatía subclínica con atención emocional (r = -.12, p < .05) y claridad emocional (r = -.10; p < .05), y positiva con la edad (r= 0.12; p < .05). El maquiavelismo se asoció negativamente con la reparación emocional (r =- .12; p < .05), la edad (r=-0.31; p < .05) y la adherencia a la distancia social (r= -0.09; p < .05); mientras que el narcisismo subclínico tuvo relación positiva con la atención emocional (r = .18; p < .05). Igualmente, se reportan asociaciones positivas entre los rasgos de tríada oscura (r = .24 a .37; p < .05) y entre dimensiones de inteligencia emocional rasgo (r = .14 a .46; p < .05). Por otro lado, la atención emocional se relacionó positivamente con el acatamiento de distancia social (r = .12; p < .05), con el sexo (mujeres, r =.18; p < .05), y negativamente con la edad (r = -0.13; p < .05). Complementariamente, el método Clique-Percolation detectó que la atención emocional perteneció simultáneamente a la agrupación de tríada oscura e inteligencia emocional rasgo.

Figura 1: Asociaciones parciales de red según dimensiones y variables demográficas

Gráfico, Gráfico radial

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Nota: Las líneas continuas representan relaciones positivas, y las líneas cortadas son asociaciones negativas. Los anillos representan el grado de predictibilidad. Nodos negros: tríada oscura; nodos grises: inteligencia emocional rasgo; nodos blancos: variables demográficas y distancia social. M: maquiavelismo, P: psicopatía, N: narcisismo, AT: atención emocional, CL: claridad emocional, RP: reparación emocional, ED: edad, SX: sexo (1: hombre, 2: mujer), DS: adherencia a la distancia social. El nodo gris y negro indica que el nodo de atención emocional está superpuesto a los grupos de tríada oscura e inteligencia emocional.

La Figura 2 demuestra la precisión de las asociaciones de red mediante bootstrapping, donde las estimaciones de la muestra del estudio (línea más ancha) coincide con aquellas del remuestreo con 1500 muestras (línea delgada).

Por último, la Figura 3 indica en las esquinas superiores e inferiores que la conexión positiva significativamente más alta fue entre la claridad y reparación emocional (cuadrado en la esquina superior derecha), y la más alta negativa fue ente el maquiavelismo y edad (cuadrada en la esquina inferior izquierda).

Figura 2: Precisión y estabilidad de las asociaciones de la red estimada

Gráfico

Descripción generada automáticamente

Nota: Precisión de las conexiones en la red. 1: maquiavelismo, 2: psicopatía subclínica, 3: narcisismo subclínico, 4: atención emocional, 5: claridad emocional, 6: reparación emocional, 7: edad, 8: sexo, 9: distancia social. Edge = borde o asociación.

Figura 3: Diferencias de asociaciones en la red

Imagen que contiene interior, con baldosas, azulejo, pequeño

Descripción generada automáticamente

Nota: Diferencias de centralidad de los bordes de la red. 1: maquiavelismo, 2: psicopatía subclínica, 3: narcisismo subclínico, 4: atención emocional, 5: claridad emocional, 6: reparación emocional, 7: edad, 8: sexo, 9: distancia social.

Discusión

El presente estudio tuvo como primer objetivo evaluar las métricas de centralidad en un modelo sistémico de relaciones de red. Esto se aplicó principalmente para identificar cuál es el interconector más relevante en una red compuesta por variables de personalidad como la tríada oscura e inteligencia emocional rasgo y otras variables sociodemográficas. Este enfoque se justifica debido a la compleja naturaleza de las interacciones socioemocionales y su variabilidad en situaciones de crisis, como la pandemia por COVID-19 (Brito-Costa et al., 2021). Dicho análisis es relevante especialmente en un país sudamericano que ha enfrentado considerables desafíos para contener la propagación del virus y experimentó tasas de mortalidad significativamente elevadas incluso a nivel mundial (CEPAL, 2022).

Desde una perspectiva sistémica, entre las variables más importantes que sostuvieron a toda la red mediante sus conexiones, destacamos que no fue solo la edad, como se había planteado, sino que el dominio atención emocional de inteligencia emocional rasgo tuvo el mayor número de conexiones (7 de 8 posibles) con las demás variables en toda la red. A la vez, el método Clique-Percolation detectó que la atención emocional tuvo características superpuestas con el grupo de tríada oscura e inteligencia emocional rasgo. La atención a las emociones implica al menos tres claras características: una orientación hacia la autoevaluación de los procesos emocionales, tomar conciencia de la intensidad de las señales afectivas y representa la fase inicial adaptativa de la información emocional, que repercute en la percepción general de bienestar intrapersonal e interpersonal (Boden & Thompson, 2017).

En ese sentido, la atención emocional funcionó como un “puente” entre los dominios de tríada oscura e inteligencia emocional rasgo, pero también favoreció la adherencia a las medidas de distanciamiento social, así como una mejor predisposición a evaluar las propias emociones en mujeres y en participantes más jóvenes. En primer lugar, esto sugiere que ambas agrupaciones compuestas por rasgos de personalidad tienen características en común con la atención emocional. Por ejemplo, en el presente estudio, el rasgo de autoevaluación o atención intrapersonal tendió un nexo común hacia el narcisismo, ya que este último implica atención prioritaria en la propia imagen y autoevaluación para mantener una percepción positiva de sí mismos ante los demás (Grijalva & Zhang, 2016). Por ello, son plausibles los hallazgos donde se reportan correlaciones positivas entre estas variables en trabajos previos (Ash et al., 2023; Ruiz et al., 2012). En contraste, una menor conciencia de los procesos afectivos internos puede ser una característica distintiva de individuos con niveles elevados de psicopatía, lo que no favorece una adecuada regulación emocional, tal como indican investigaciones previas (Blair & Mitchell, 2009; Malterer et al., 2008).

En segundo lugar, la atención emocional fue importante en el contexto peruano de pandemia, ya que favoreció la adherencia a las medidas de distanciamiento social. En el Perú, el temor al contagio de COVID-19 aumentó proporcionalmente al número de familiares o conocidos afectados y la constante difusión de noticias al respecto (Santa-Cruz-Espinoza et al., 2022). Esto pudo llevar a que las personas más conscientes tanto de su bienestar físico como emocional mostraran una mayor disposición a seguir las medidas de distanciamiento social. De esta manera, no solo buscaban proteger su propio bienestar, sino también el de personas cercanas más vulnerables (Panayiotou et al., 2021). Por otro lado, la atención a las emociones también tuvo conexión negativa con la edad y positiva con el sexo (grupo de mujeres). Con la experiencia, las personas suelen tener mejor autopercepción de las habilidades emocionales, y pueden ser más selectivas en qué preocuparse, en contraste con los jóvenes, quienes tienden a ser más reactivos emocionalmente (Kunzmann et al., 2014). En cuanto a las mujeres, tal asociación podría deberse a la socialización temprana de valorar la expresión emocional más que los hombres, por lo que tendrían más contacto con sus experiencias afectivas. A la vez, esto se refleja en hallazgos en mujeres peruanas sobre mayor atención a emociones negativas durante la pandemia (Fischer & LaFrance, 2015; Pedraz-Petrozzi et al., 2021).

Como segundo objetivo se propuso evaluar las relaciones entre las variables de personalidad mencionadas, el cumplimiento del distanciamiento social y otras medidas sociodemográficas como la edad y el sexo, lo que proporciona una comprensión de las asociaciones más contextualizada con la crisis sanitaria y con factores biosociales subyacentes. Uno de los hallazgos más resaltantes fue que el maquiavelismo se asoció negativamente con acatar la restricción de cercanía social para prevenir la propagación del virus. Si bien tal conexión fue una de las más bajas en toda la red, concuerda con estudios previos donde individuos con altas puntuaciones de maquiavelismo buscan saltarse medidas sanitarias como la distancia social o uso de mascarillas (Chávez-Ventura et al., 2022; Triberti et al., 2021). Estos comportamientos también se han reportado en el contexto peruano donde jóvenes asistían a reuniones sociales clandestinas a pesar de los controles sanitarios (Ministerio del Interior, 2021). Esto último también tiene relevancia con la asociación hallada entre el maquiavelismo y menor edad, pues la transición hacia la adultez puede evidenciar cierta inmadurez al utilizar la manipulación como la forma más fácil para obtener lo que desean sin considerar el riesgo de salud hacia uno mismo y los demás (Götz et al., 2020).

En los hallazgos de asociaciones entre tríada oscura e inteligencia emocional se destaca que los maquiavélicos exhibieron escasos recursos para regular sus emociones negativas. Esto coincide con hallazgos que sugieren que estos individuos utilizan estos estados para reforzar más control y manipulación sobre otros (Abell et al., 2016). Por otra parte, existe evidencia de individuos más maquiavélicos que afrontaron emociones negativas de forma desadaptativa durante la pandemia (Mojsa-Kaja et al., 2021). En tal sentido, utilizaron tácticas como exagerar sus estados afectivos para obtener ventajas económicas de personas vulnerables y así obtener beneficios sin importar la situación de crisis (Hardin et al., 2021). Igualmente, es probable que los rasgos manipuladores hayan desempeñado un papel crucial en la ocurrencia de alta violencia psicológica en Perú durante la pandemia, superando incluso los niveles de violencia física (INEI, 2022b).

En cuanto a los individuos con más prevalencia de rasgos psicopáticos, se asociaron a menor atención emocional y menor claridad emocional. Esto puede evidenciar una orientación hacia la búsqueda de beneficios rápidos que otorgan sensaciones intensas, que es reforzado cuando se ignora la intensidad y el entendimiento de los propios estados afectivos (Malterer et al., 2008; Newman & Lorenz, 2003).

Por último, los individuos narcisistas reportaron mayor atención emocional, en contraste con los demás rasgos aversivos. Esto respalda algunos estudios anteriores que también encontraron esta asociación positiva (Casale et al., 2019; Ruiz et al., 2012), que es coherente con las motivaciones egoístas de atender las propias necesidades (Grijalva & Zhang, 2016), incluso los estados emocionales, sean positivos o negativos. Por tanto, como sugieren otros estudios, cuando la salud está en riesgo, los individuos narcisistas se sienten más amenazados, de modo que priorizan el autocuidado, incluso si es necesario llegar al conflicto con otros o defender creencias conspirativas sobre el origen del virus y su propagación (Grubbs et al., 2022; Hardin et al., 2021; Sternisko et al., 2021).

En cuanto a las limitaciones, los hallazgos no son generalizables a toda la población de estudio, dado el tipo de muestreo y el número de participantes utilizado. En cuanto a la recolección de datos, se basó en un número de participantes de estudios previos de personalidad (Ramos-Vera et al., 2023) y se realizó online por las restricciones de salud en el país. Posteriores estudios deben comprobar si se obtienen los mismos resultados por medios tradicionales como lápiz y papel y en otras muestras. En cuanto a la medida de atención emocional, esta no diferenció en la evaluación de respuestas afectivas positivas o negativas, a fin de una mejor explicación con cada variable. Finalmente, aunque la relación entre el maquiavelismo y la baja adherencia al distanciamiento social fue significativa estadísticamente, las respuestas de cumplimiento a tal medida predominan, así que futuros estudios deben explorar en mayor detalle esa asociación. El presente estudio también es un aporte importante en la literatura de rasgos de personalidad especialmente en el contexto de Hispanoamérica y en pandemia, ya que hasta donde conocemos, existen muy pocos estudios que examinan rasgos dañinos interpersonales y características emocionales.

Conclusión

Los resultados sugieren que la atención emocional fue un componente crucial durante la pandemia en el contexto peruano, que debe explorarse para reducir tendencias manipuladoras e insensibles, y promover el autocuidado en las personas mediante la distancia social, a comparación del maquiavelismo. Sin embargo, también parece haber favorecido tendencias narcisistas para mayor foco en las propias necesidades. En conjunto, parece que es necesario explorar la inteligencia emocional rasgo a través de sus componentes, pues esto ofrece información detallada de cuáles rasgos emocionales pueden prevenir o reforzar tanto los rasgos antagonistas de personalidad, así como las medidas de salud pública durante la pandemia. Por tanto, futuras investigaciones deben profundizar en qué rasgos específicos podría ser más efectivo fomentar las bondades de la autoevaluación emocional. Esto pueden ser útil en nuevos periodos críticos de salud u otros contextos (académicos, laborales, políticos, etc.) para disminuir motivaciones con fines de beneficio personal, tanto en interacciones cara a cara o virtuales.

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Disponibilidad de datos: El conjunto de datos que apoya los resultados de este estudio se encuentra disponible en el repositorio OSF: https://osf.io/akzjy/?view_only=1a9f19d885864504af8a711a92a2f3b9

Cómo citar: Calle, D., Ramos-Vera, C., & Serpa-Barrientos, A. (2024). Centralidad y asociaciones entre la tríada oscura, inteligencia emocional rasgo y distancia social durante la pandemia de COVID-19 en Perú: un análisis de redes. Ciencias Psicológicas, 18(1), e-3103. https://doi.org/10.22235/cp.v18i1.3103

Contribución de los autores (Taxonomía CRediT): 1. Conceptualización; 2. Curación de datos; 3. Análisis formal; 4. Adquisición de fondos; 5. Investigación; 6. Metodología; 7. Administración de proyecto; 8. Recursos; 9. Software; 10. Supervisión; 11. Validación; 12. Visualización; 13. Redacción: borrador original; 14. Redacción: revisión y edición.

D. C. ha contribuido en 1, 3, 5, 13, 14; C. R. V. en 6, 10, 13; A. S. B. en 6, 3, 12.

Editora científica responsable: Dra. Cecilia Cracco.

10.22235/cp.v18i1.3103

Original Articles

Centrality and associations between the dark triad, trait emotional intelligence and social distancing during COVID-19 pandemic in Peru: a network analysis

Centralidad y asociaciones entre la tríada oscura, inteligencia emocional rasgo y distancia social durante la pandemia de COVID-19 en Perú: un análisis de redes

Centralidade e associações entre a tríade sombria, traço de inteligência emocional e distância social durante a pandemia de COVID-19 no Peru: uma análise de redes

Dennis Calle¹ ORCID 0000-0001-9859-3446

Cristian Ramos-Vera² ORCID 0000-0002-3417-5701

Antonio Serpa-Barrientos³ ORCID 0000-0002-7997-2464

¹ Universidad Cesar Vallejo, Peru, cadenn002_13@hotmail.com

² Universidad Cesar Vallejo, Peru

³ Sociedad Peruana de Psicometría; Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Peru

Abstract:

Keywords: dark triad; trait emotional intelligence; social distancing; Peru; network analysis.

Resumen:

Palabras clave: tríada oscura; inteligencia emocional rasgo; distancia social; Perú; análisis de red.

Resumo:

Palavras-chave: tríade sombria; traço de inteligência emocional; distanciamento social; Peru; análise de rede.

Received: 20/10/2022

Accepted: 20/12/2023

The exploration of personality is a fundamental practice in the psychological field, revealing a synergy of behavioral, affective, motivational, and other patterns with a defined purpose (Roberts & Woodman, 2017). Among these trends, an increase in non-pathological tendencies towards manipulation and insensitivity has been reported, often overlooked despite their potential impact on contexts requiring constructive social interactions (Zettler et al., 2021). Particularly, during the COVID-19 pandemic, there was a need to detect and evaluate interpersonal trends characterized by a low response to various public health preventive measures (Ścigała et al., 2021). In this situation of crisis and uncertainty, many individuals did not act with empathy towards the needs of others. This was particularly relevant in the case of Peru, which, during that period, experienced high infection and mortality rates alongside deficient healthcare organization (Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC), 2022). Furthermore, there was a certain inclination to benefit from essential medical products at the expense of others and disregard health regulations to curb the virus spread (Cuba, 2021; Ministry of Interior, 2021). Many of these behaviors may further hinder the recovery in terms of the economy and public health associated with COVID-19 (Nemexis, 2020; Ścigała et al., 2021).

In this regard, it has been reported that Machiavellian, psychopathic, and narcissistic traits may be crucial in predicting low adherence to health measures (Doerfler et al., 2021; Huang et al., 2021; Ścigała et al., 2021). This set of traits encompasses a theoretical model known as the Dark Triad of personality, which emerged by integrating tendencies with interpersonal aversive characteristics and low empathy in everyday situations into the literature (Rogoza & Cieciuch, 2020). However, they do not necessarily imply the presence of a disorder or psychopathology, as they manifest along a continuum throughout life (Muris et al., 2017; Paulhus & Williams, 2002).

Machiavellianism encompasses an interpersonal disposition of long-term manipulation, emotional detachment, and defiance of social norms to gain benefits or advantages over others (Götz et al., 2020). Given these characteristics, it has been suggested that this trait is one of the most norm-violating during the pandemic, such as non-compliance with social distancing, lack of hand hygiene, frauds targeting individuals who are ill and resistance to preventive messages related to COVID-19 (Blagov, 2021; Huang et al., 2021; Triberti et al., 2021). Primary psychopathy involves insensitive behaviors, manipulative tendencies, superficial relationships, and a lack of fear and anxiety in risky situations (Del Gaizo & Falkenbach, 2008). This trait is not confined to criminal contexts but is observed in financial and political environments where individuals tend to effectively conceal their personal motivations (LeBreton et al., 2006). During the pandemic, psychopathy has been implicated in the disregard for the lives of those affected, lower adherence to measures such as lockdowns, and social distancing (Blagov, 2021; Carvalho & Machado, 2020; Doerfler et al., 2021). On the other hand, subclinical narcissistic profiles are characterized by arrogance, a need for admiration, attention, and success (Ash et al., 2023). Consequently, they demonstrate a greater desire for social contact, potentially creating an initial impression of charisma (Malkin et al., 2013). Previous studies suggest that narcissistic individuals promoted conspiracy theories about COVID-19 and showed less adherence to social distancing. However, they prioritized hygiene protocols and mask use, suggesting a greater emphasis on their own well-being than caring for others (Grubbs et al., 2022; Sternisko et al., 2021).

Due to the opportunistic lifestyle characteristics of these traits, they are more likely to be expressed primarily in environments characterized by certain instability and unpredictability (Jonason et al., 2020). This may be the case in Peru, a country with low expectations of social change in the face of inequality in the population and significant distrust towards authorities due to constant issues of citizen insecurity and political corruption (National Institute of Statistics (INEI), 2020a). This can foster motivations to ignore norms and the rights of others, as the survival demands of an individual or groups with common interests (families, friends, institutions, etc.) prevail over the rules established for an entire society (Villegas, 2011; Zitek & Schlund, 2021). In this sense, dark triad traits may persist in contexts where the benefits of gaining advantages over others outweigh perceived risks, emphasizing the importance of evaluating them in the context (Brito-Costa et al., 2021).

In contrast, during the COVID-19 crisis, it is crucial to analyze which affective dispositions can promote more empathetic and considerate behaviors. In this regard, investigating the foundations of emotional self-awareness is relevant, as they act as antecedents to empathy. In various studies, emotional self-assessment dispositions often significantly predict greater empathetic perspective and concern (Fernández-Abascal & Martín-Díaz, 2019; Jiménez Ballester et al., 2022; Pacheco & Berrocal, 2004). This is consistent since being willing to reflect on one's own emotions is the first step to understanding how others may react to similar experiences. In that line, emotional intelligence promotes psychological well-being and interpersonal relationships (Fernández-Berrocal et al., 2012). From the perspective of Salovey et al. (1995), trait emotional intelligence consists of affective patterns of an intrapersonal nature, i.e., perceiving, understanding, and effectively managing one's own emotions. Emotional attention is self-assessment, awareness of intensity, and the first step to using emotional information effectively (Salovey et al., 1995). Emotional clarity involves believing in the ability to differentiate and specify the reasons for changes in affective states (Boden & Thompson, 2017). Finally, emotional repair is the disposition to address emotions constructively after experiencing conflicting situations or events that generate discomfort (Fernández-Berrocal et al., 2004).

During the pandemic, there were reports highlighting the importance of assessing emotional attention. For instance, it increased compared to periods before the emergence of COVID-19 and was proportionate to high levels of anxiety during this period (Castro & Dueñas, 2022; Panayiotou et al., 2021). Moreover, such attention to one's affective experience favored a greater inclination to seek emotional support from others (Prentice et al., 2020). In contrast, a lower predisposition to identify and regulate emotions has been linked to a reduction in the quality of life during this health crisis (Pallotto et al., 2021; Panayiotou et al., 2021). Although the explicit relationship between emotional intelligence and compliance with health measures has not been explicitly examined, apart from previous years (Sánchez López et al., 2018), previous works suggest that individuals more aware of their emotional experiences tend to reflect more on their actions and decisions, possibly influencing greater adherence to the mentioned measures.

Regarding the joint exploration of dark triad traits with total scores of trait emotional intelligence, two meta-analyses report that Machiavellianism and psychopathy have a negative relationship with this overall emotional domain, while narcissism has a null or positive association (Miao et al., 2019; Michels & Schulze, 2021). However, when these associations are deepened for each component, more differentiated information is obtained. For example, individuals with a higher tendency toward Machiavellianism seem to have no issues perceiving their own emotions; however, they struggle to discern between them and regulate negative emotions (Al Aïn et al., 2013; Bonfá-Araujo & Hauck Filho, 2023; García et al., 2015). Individuals with high psychopathy scores appear to present more notable difficulties, as apart from not regulating negative emotions, they also tend not to attend or differentiate their own emotions (Malterer et al., 2008; Newman & Lorenz, 2003). Additionally, the evidence is mixed for those with grandiose narcissistic tendencies, as they have been linked to positive emotional self-perceptions (Casale et al., 2019; Petrides, 2011; Ruiz et al., 2012), but a meta-analytic review suggests that associations with emotional traits are null (Miao et al., 2019). In general, it is necessary to assess emotional components separately to observe which emotional attributes are more associated with each dark triad domain.

Age and sex are also important variables in understanding connections between personality traits as they influence the biopsychosocial development of individuals (Goldberg et al., 1998). Between the two variables, age consistently appears to condition the expression of each examined trait, as longitudinal studies have associated it with both a higher manifestation of dark traits in young individuals (Hartung et al., 2022) and a better disposition to assess, discern, and improve emotional states at older ages (Parker et al., 2021). Concerning sex, men tend to have higher scores in dark triad traits compared to women, but sex differences in emotional intelligence are not clear, except for emotional attention, expressed more in women (Sánchez Núñez et al., 2008). In line with other studies, a recent meta-analysis points out that the relationship between psychopathy and emotional intelligence is stronger when there are fewer female participants, and the negative link between Machiavellianism and emotional intelligence is higher in younger age groups (Michels et al., 2021). Thus, these findings suggest the need to consider sociodemographic variables in research on emotional and antagonistic traits.

Collectively, there are reasons to suggest that trait emotional intelligence and the dark triad can be examined in a model with a common origin and not as isolated variables. In the literature, it is reported that trait emotional intelligence, assessed as a trait, has more robust correlations with extraversion and neuroticism from the Big Five model, compared to the model of intelligence as emotional ability (Sánchez-García et al., 2016). In this context, trait emotional intelligence seems to be oriented towards the success of social interactions while also fostering a tendency for self-awareness and effective management of negative emotionality (Alegre et al., 2019). Concurrently, antagonistic traits also have significant associations with Big Five traits such as low agreeableness and conscientiousness (Muris et al., 2017). These findings suggest that trait emotional intelligence and the dark triad have an underlying basis of other manifestations of personality traits, and it is plausible to integrate them at the same level. Thus, it is possible to evaluate a system of multiple relationships consisting of interpersonal aversive personality traits (dark triad) and emotional traits (trait emotional intelligence) at the same level of organization (Cramer et al., 2012).

This perspective is feasible through network analysis, which allows for the examination of complex psychological variables encompassing simultaneous relationships between behavior, affect, cognition, and other aspects that shape personality. Some advantages of this model include partial associations that control shared variance among psychological, demographic, and nominal variables (Epskamp & Fried, 2018), as well as identifying the most relevant domains based on the strength and number of connections in the network, useful for suggesting preventive or intervention actions (Jones et al., 2021). Additionally, when demographic variables are added, it can address an interaction system from Bronfenbrenner's socio-ecological model (Crawford, 2020). In the context of this study, such a model is examined as the complex interaction between individual factors (sex, age, personality), close and community relationships (constructive or harmful social interactions), and broader social factors (social norms and health guidelines for COVID-19) to understand interactions between subsystems.

Objectives and hypotheses of the present study

Given that the literature mentioned suggests that age has significant associations with both the expression of dark triad traits and emotional intelligence, age is posited, even during the pandemic, as one of the most central variables (more connections and magnitude of relationships) in the entire network. This hypothesis seems more likely to be confirmed than others because most studies do not relate specific components of emotional intelligence, making it challenging to find a consistent emotional pattern with all aversive traits. However, in that regard, there is agreement in the literature regarding the direction of associations between aversive and emotional traits, and a second hypothesis can be proposed: specifically, that primarily psychopathy, in addition to Machiavellianism, is negatively related to components of trait emotional intelligence, except for narcissism.

Therefore, the first objective of this study was to identify the variables with higher centrality during the pandemic in a network model that includes the dark triad, trait emotional intelligence, adherence to social distancing, age, and sex. The second objective was to expand existing knowledge on the relationship between the dark triad, components of trait emotional intelligence, compliance with measures such as social distancing, and demographic data such as age and sex.

Method

Participants

Participants were selected through intentional non-probabilistic sampling. Selection criteria included gathering data from Peruvian citizens aged 18 and above residing in Lima during the 2021 pandemic period. The sample size was determined considering a significance level of .05, a statistical power of 0.95, a minimum effect size of 0.2 (Ramos-Vera, 2021), resulting in a minimum of 200 participants. However, in the present study, this number was expanded with previously analyzed information on antagonistic personality traits and emotional traits (Ramos-Vera et al., 2023), this time with emphasis on a pandemic context in Peru. Initially, there were a total of 316 participants; however, 5 were identified to have linear response tendencies and were excluded from the dataset. Finally, 311 Peruvian adults (M = 33.95; SD = 11.6) participated in the present study, of which 65 % were women (204) and 35 % were men (107). Participants’ ages ranged from 18 to over 65 years, with the majority having a university education (62 %, 194) compared to secondary education (38 %, 117).

Instruments

Dirty Dozen Dark Triad (DDDT; Jonason & Webster, 2010). It measures three personality traits: Machiavellianism (tendencies of manipulation, deceit, exploitation of others), subclinical psychopathy (insensitivity, amorality, cynicism, and lack of remorse), and subclinical narcissism (need for admiration, prestige, special treatment from others). The questionnaire version adapted for the Peruvian context by Lonzoy et al. (2020) consists of 12 items with five response options (1: never to 5: almost always) in Likert format. The reliability, measured by the omega coefficient in this study, was .82 for Machiavellianism, .60 for subclinical psychopathy, and .80 for subclinical narcissism. The fit of the three-factor model with the DWLS estimator, which does not assume normality, demonstrated adequate values of CFI = .98, TLI = .98, RMSEA = .06, and SRMR = .06.

Trait Meta Mood Scale (TMMS-24; Fernández-Berrocal et al., 2004). This is a 24-item scale in Spanish that measures emotional intelligence as a trait using a Likert scale (1: not at all to 5: totally agree). It is based on the domains of attention (degree of attention and recognition of one's own emotions), clarity (degree of understanding and differentiation of emotions), and emotional repair (changing negative emotional states and prolonging positive ones) (Salovey et al., 1995). In this study, the reliability of scores measured by the omega coefficient had coefficients of .83 for attention, .86 for clarity, and .81 for emotional repair. The fit of the three-factor model with the aforementioned estimator had fit indices of CFI = .96, TLI = .96, RMSEA = .09, and root mean square residual (RMR) = .08.

Sociodemographic Data Questionnaire. A questionnaire was conducted with basic data such as age, sex, level of education, and compliance or non-compliance with social distancing in the last 30 days.

Procedures

During the second semester of the year 2021, the present research was conducted using a virtual form distributed in adult communities through social media platforms such as Facebook and WhatsApp. This form provided information about the study’s objectives, offering details about the process of collecting confidential and anonymous data. After the completion of surveys, the data were cleaned and organized for subsequent statistical analysis.

Ethical Considerations

This study was carried out following the guidelines and approval of the Ethics Committee of César Vallejo University (Project Record I2020120110491919D – 54132). This includes practices to ensure the well-being, dignity, and autonomy of participants, encompassing privacy and confidentiality of the collected information. Additionally, it was ensured that participation was voluntary, and participants could withdraw at any time without consequences. The procedures mentioned were conducted in accordance with the guidelines of the 1964 Declaration of Helsinki and Article 27 of the professional ethics code of the College of Psychologists of Peru.

Data Analysis

Analyses were conducted using R version 4.2.2 (R Core Team, 2013), and statistical packages including qgraph (Epskamp et al., 2012), bootnet (Epskamp & Fried, 2023), huge (Jiang et al., 2019), psych (Revelle, 2017), networktools (Jones, 2020), and Clique-Percolation (Lange, 2021). As the data followed a non-normal distribution, non-parametric statistics, such as the mentioned huge package, were used. A network was estimated that integrated personality variables, compliance with social distancing during the pandemic, and influential demographic variables in the dark triad and trait emotional intelligence, such as age and sex (Fernández-Berrocal et al., 2012; Michels & Schulze, 2021).

In this graphical model, each element is represented by “nodes” (circles: variables), connected by “edges” (lines: relationships). Edges indicate regularized partial correlations between psychological variables, controlling for relationships with other components of the network, avoiding spurious associations (Epskamp & Fried, 2018; Waldorp & Marsman, 2021). To identify domains with a greater number and magnitude of connections influencing other communities in the network, measures of bridge-expected influence were reported (Jones et al., 2021; Ramos-Vera & Serpa-Barrientos, 2022). Similarly, to reinforce findings of relevant nodes in the network, the Clique-percolation method was used, detecting nodes belonging to multiple groups or communities simultaneously (Lange, 2021). Parameters used were k = 3, indicating three or more strongly connected nodes, and I = 0.15, indicating the minimum magnitude of connection between all nodes greater than three. Moreover, the predictability index is represented by a ring around the nodes, indicating which variable is most predicted by the others (Haslbeck & Waldorp, 2018). Finally, bootstrap tests are post-hoc analyses applied to demonstrate the stability of relationships, with at least 1700 samples of relationship replicas.

Results

Table 1 displays the descriptive statistics of participants’ responses based on the measures used in the estimated network. Among the dark triad traits, narcissism had the highest mean (10.40), while emotional repair had the highest mean (31.03) in interpersonal emotional intelligence. The domain with the highest bridge centrality values was emotional attention (1.20), followed by narcissism (0.99), and emotional clarity (0.54). Regarding predictability, i.e., nodes most predicted by other nodes (R²), the domain of Machiavellianism had the highest value of the mentioned index (49 %), followed by psychopathy and emotional repair (both 37 %). In terms of centrality (bridge-expected influence), higher values of this index were observed in the emotional attention component (1.20).

Table 1: Descriptive Analysis, Bridge Centrality Values, and Predictability of the Network

Tabla

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Note: SD: standard deviation; g1: skewness, g2: kurtosis, C.V: centrality values (bridge expected influence), R2: predictability. Sex codes: 1 = men, 2 = women

In Figure 1, the network structure of partial correlations among the aforementioned personality traits, social distancing, and demographic variables is observed. Negative partial correlations between subclinical psychopathy and emotional attention (r = -.12, p < .05) and emotional clarity (r = -.10; p < .05), and a positive correlation with age (r = 0.12; p < .05), stand out among others. Machiavellianism was negatively associated with emotional repair (r = - .12; p < .05), age (r = -0.31; p < .05), and adherence to social distancing (r = -0.09; p < .05); while subclinical narcissism had a positive relationship with emotional attention (r = .18; p < .05). Similarly, positive associations are reported between dark triad traits (r = .24 to .37; p < .05) and between dimensions of trait emotional intelligence (r = .14 to .46; p < .05).

On the other hand, emotional attention was positively related to adherence to social distancing (r = .12; p < .05), to sex (women, r = .18; p < .05), and negatively with age (r = -0.13; p < .05). Additionally, the Clique Percolation method detected that emotional attention simultaneously belonged to the grouping of the dark triad and trait emotional intelligence.

Figure 1: Partial associations network according to dimensions and demographic variables

Gráfico, Gráfico radial

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Note: Solid lines represent positive relationships, and dashed lines indicate negative associations. Rings represent the degree of predictability. Black nodes: dark triad, gray nodes: trait emotional intelligence, white nodes: demographic variables and social distancing. M: Machiavellianism, P: Psychopathy, N: Narcissism, AT: Emotional Attention, CL: Emotional Clarity, RP: Emotional Repair, ED: Age, SX: Sex (1: male, 2: female), DS: Adherence to Social Distancing. The gray and black node indicates that the Emotional Attention node is overlapping with both the dark triad and emotional intelligence groups.

Figure 2 demonstrates the precision of network associations through bootstrapping, where the study's sample estimates (thicker line) align with those of the resampling with 1500 samples (thinner line). Finally, Figure 3 indicates in the upper and lower corners that the significantly highest positive connection was between emotional clarity and emotional repair (square in the upper right corner), and the highest negative connection was between Machiavellianism and age (square in the lower left corner).

Figure 2: Accuracy and stability of the estimated network associations.

Gráfico

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Note: Accuracy of connections in the network. 1: Machiavellianism, 2: Subclinical Psychopathy, 3: Subclinical Narcissism, 4: Emotional Attention, 5: Emotional Clarity, 6: Emotional Repair, 7: Age, 8: Sex, 9: Social Distancing. Edge = connection or association.

Figure 3: Network associations differences

Imagen que contiene interior, con baldosas, azulejo, pequeño

Descripción generada automáticamente

Note: Differences in edge centrality in the network. 1: Machiavellianism, 2: Subclinical Psychopathy, 3: Subclinical Narcissism, 4: Emotional Attention, 5: Emotional Clarity, 6: Emotional Repair, 7: Age, 8: Sex, 9: Social Distancing.

Discussion

The primary objective of this study was to assess centrality metrics within a systemic model of network relationships. This was mainly applied to identify the most relevant connector in a network composed of personality variables such as the dark triad and trait emotional intelligence, along with other sociodemographic variables. This approach is justified due to the complex nature of socioemotional interactions and their variability in crisis situations, such as the COVID-19 pandemic (Brito-Costa et al., 2021). This analysis is particularly relevant in a South American country that has faced significant challenges in containing the virus's spread and experienced significantly elevated mortality rates globally (CEPAL, 2022).

From a systemic perspective, among the most crucial variables that supported the entire network through their connections, we highlight that it was not just age, as initially proposed. Instead, the emotional attention domain of trait emotional intelligence had the highest number of connections (7 out of 8 possible) with other variables throughout the network. Simultaneously, the Clique-Percolation method detected that emotional attention had overlapping characteristics with both the dark triad and trait emotional intelligence groups. Attention to emotions involves at least three clear characteristics: an orientation toward self-assessment of emotional processes, awareness of the intensity of affective signals, and represents the adaptive initial phase of emotional information, impacting overall intrapersonal and interpersonal well-being perception (Boden & Thompson, 2017).

In this regard, emotional attention acted as a "bridge" between the domains of the dark triad and trait emotional intelligence, but it also promoted adherence to social distancing measures, as well as a better predisposition to assess one's own emotions in women and younger participants. Firstly, this suggests that both groups composed of personality traits share common characteristics with emotional attention. For instance, in the present study, the trait of self-assessment or intrapersonal attention served as a common link to narcissism, as the latter implies a prioritized focus on self-image and self-assessment to maintain a positive perception of oneself in the eyes of others (Grijalva & Zhang, 2016). Thus, findings reporting positive correlations between these variables in previous studies are plausible (Ash et al., 2023; Ruiz et al., 2012). In contrast, a lower awareness of internal affective processes may be a distinctive feature of individuals with elevated levels of psychopathy, which does not favor adequate emotional regulation, as indicated by previous research (Blair & Mitchell, 2009; Malterer et al., 2008).

Secondly, emotional attention was crucial in the Peruvian context of the pandemic, as it facilitated adherence to social distancing measures. In Peru, the fear of COVID-19 contagion increased proportionally with the number of affected family members or acquaintances and the constant dissemination of related news (Santa-Cruz-Espinoza et al., 2022). This could lead individuals who are more aware of both their physical and emotional well-being to show a greater willingness to follow social distancing measures. In this way, they sought to protect not only their own well-being but also that of close and more vulnerable individuals (Panayiotou et al., 2021). On the other hand, emotional attention also had a negative connection with age and a positive connection with the sex node (women's group). With experience, individuals tend to have a better self-perception of emotional abilities and may be more selective about what to worry about, in contrast to younger individuals who tend to be more emotionally reactive (Kunzmann et al., 2014). Regarding women, this association could be due to early socialization valuing emotional expression more than in men, leading them to have more contact with their affective experiences. At the same time, this is reflected in findings among Peruvian women regarding increased attention to negative emotions during the pandemic (Fischer & LaFrance, 2015; Pedraz-Petrozzi et al., 2021).

As a second objective, the aim was to assess the relationships between the mentioned personality variables, compliance with social distancing, and other sociodemographic measures such as age and sex, providing a more contextualized understanding of associations with the health crisis and underlying biosocial factors. One of the most noteworthy findings was that Machiavellianism was negatively associated with complying with social distancing measures to prevent the virus's spread. Although this connection was one of the weakest in the entire network, it aligns with previous studies where individuals with high Machiavellian scores tend to bypass health measures such as social distancing or mask-wearing (Chávez-Ventura et al., 2022; Triberti et al., 2021). These behaviors have also been reported in the Peruvian context, where young people attended clandestine social gatherings despite health controls (Ministerio del Interior, 2021). This is also relevant to the association found between Machiavellianism and younger age, as the transition to adulthood may reveal a certain immaturity in using manipulation as the easiest way to obtain what they want without considering the health risk to themselves and others (Götz et al., 2020).

In the findings of associations between the dark triad and emotional intelligence, it stands out that Machiavellians showed limited resources for regulating their negative emotions. This aligns with findings suggesting that these individuals use these emotional states to exert more control and manipulation over others (Abell et al., 2016). On the other hand, there is evidence that more Machiavellian individuals faced negative emotions maladaptively during the pandemic (Mojsa-Kaja et al., 2021), so they might employ tactics such as exaggerating their affective states to gain economic advantages or presenting themselves as a solution for vulnerable individuals to obtain benefits regardless of the crisis situation (Hardin et al., 2021). Equally significant, manipulative traits likely played a crucial role in the occurrence of high psychological violence in Peru during the pandemic, surpassing even physical violence levels (INEI, 2022b).

Regarding individuals with a higher prevalence of psychopathic traits, they were associated with lower emotional attention and emotional clarity. This may indicate an orientation towards seeking quick benefits that provide intense sensations, reinforced when ignoring the intensity and understanding of their own affective states (Malterer et al., 2008; Newman & Lorenz, 2003).

Finally, narcissistic individuals reported higher emotional attention, in contrast to other aversive traits. This supports some previous studies that also found this positive association (Casale et al., 2019; Ruiz et al., 2012), which is consistent with the selfish motivations of attending to one's own needs (Grijalva & Zhang, 2016), even emotional states, whether positive or negative. Therefore, as suggested by other studies, when health is at risk, narcissistic individuals feel more threatened, prioritizing self-care, even if it involves conflict with others or defending conspiratorial beliefs about the origin of the virus and its spread (Grubbs et al., 2022; Hardin et al., 2021; Sternisko et al., 2021).

Regarding limitations, the findings are not generalizable to the entire study population, given the type of sampling and the number of participants used. Similarly, causal relationships are not intended to be attributed through self-report instruments. Concerning data collection, it was based on a number of participants from previous personality studies (Ramos-Vera et al., 2023) and was conducted online due to health restrictions in the country. Subsequent studies should verify if the same results are obtained through traditional means such as pen and paper. Regarding the measure of emotional attention, it did not distinguish in the assessment of positive or negative affective responses, for a better explanation with each variable. Finally, although the relationship between Machiavellianism and low adherence to social distancing was statistically significant, compliance responses to such measures prevail, so future studies should explore this association in more detail. This study is also a significant contribution to the literature on personality traits, especially in the context of Hispanoamerica and during a pandemic, as far as we know, there are very few studies examining harmful interpersonal traits and emotional characteristics.

Conclusión

The results suggest that emotional attention was a crucial component during the pandemic in the Peruvian context, which should be explored to reduce manipulative and insensitive tendencies, and promote self-care in individuals through social distancing, in comparison to Machiavellianism. However, it also seems to have favored narcissistic tendencies for a greater focus on one's own needs. Overall, it appears necessary to explore trait emotional intelligence through its components, as this provides detailed information on which emotional traits can either prevent or reinforce both antagonistic personality traits and public health measures during the pandemic. Therefore, future research should delve into which specific traits might be more effective in promoting the benefits of emotional self-assessment. This could be useful in new critical health periods or other contexts (academic, professional, political, etc.) to diminish motivations for personal gain, both in face-to-face and virtual interactions.

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